Un verano más la reina Sofía se instala en el Palacio de Marivent junto a su hermana Irene de Grecia. Un lugar en el que ha encontrado paz y tranquilidad, alejada de la presión mediática y el ambiente burocrático de Zarzuela. Debido a su edad, la mujer de Juan Carlos I cuenta con menor peso en la institución, Letizia se ha quedado con los viajes internacionales. La madre de Felipe permanecerá en la isla balear hasta finales de septiembre si las condiciones climatológicas se lo permiten. Allí recibirá la visita de todos sus nietos, irán llegando a cuentagotas, nunca coinciden en una misma semana, ya que los reyes tienen totalmente prohibido a Cristina y Elena aparecer en sus fechas.
Felipe aterrizará en la isla el próximo 26 de julio tras las elecciones generales del 23J. Presidirá la Copa del Rey de Vela, regatas en las que siempre participa, y cenará con sus amigos del club náutico. Letizia llegará un día más tarde en compañía de Leonor y Sofía para evitar a los compañeros de su marido. También a Sofía.
Como todos los años se dejarán ver unos días dando un paseo por la isla y presidiendo algún acto. No obstante, estas vacaciones solo son por protocolo. Para mantener Marivent el gobierno balear les obliga a permanecer unos días en la isla y promocionar el turismo. Esto implica que Letizia tenga que pasar un tiempo con Sofía. Comparten algún paseo, incluso alguna cena en un restaurante o una tarde de cine y compras, pero poco más. Las reinas no tienen una excelente relación.
Letizia prefirió alojarse en la masía colindante a Marivent, Son Vent
Letizia acude menos de una semana a Palma de Mallorca para cumplir con el compromiso, tanto institucional como con la reina Sofía. Aunque ya no hay fotografía a las puertas de Marivent con toda la familia por petición expresa de los reyes, la reina y la emérita dan un paseo todos los años por el centro histórico. Las fotografías son las más esperadas, pero no dejan de ser una falsa.
En Marivent, la reina Sofía vive en el mismo palacio y cuando Letizia se coronó como reina, no solo no quiso dormir en otra casa perteneciente al palacio, sino que huyó de todo lo que representaba. Se alojó en la masía Son Vent. Esta masía se la regalaron a Felipe en 1992. Se encuentra en los terrenos colindantes de Marivent. Esta residencia de unos 650 metros cuadrados está situada cerca de Porto Pi.
La casa está dividida en cuatro plantas y cuenta con un inmenso jardín rodeado de pinos y limoneros. La masía tiene un sótano, una buhardilla y dos plantas donde se distribuyen los ocho dormitorios, tres baños, el comedor, el recibidor, la cocina, una biblioteca y un amplio salón abovedado.
Cuando Sofía decidió marcharse a Palma de Mallorca se lo comunicó a su hijo mediante sus asesores, fue más un tema burocrático que un tema familiar. La relación está completamente rota.