La reina Sofía está en horas bajas. La emérita podría sufrir depresión debido a los acontecimientos de los últimos años. Se ve muy mayor y cerca del tramo final de su vida. A todo esto hay que sumarle las recientes perdidas cercanas, su hermano Contamino, quien falleció de un derrame cerebral de forma inminente, y su hermana Irene de Grecia, fiel compañera de batallas, que padece Alzheimer, la enfermedad del olvido. Prácticamente es como si no tuviese familia. Irene ya ni tan siquiera la recuerda. La enfermedad ha avanzado a pasos agigantados y está muy delicada.

Reina Sofía

La madre de Felipe VI no quiere renunciar a la corona porque en estos momentos es de las pocas cosas que la mantienen viva. Sin embargo, en las apariciones de los últimos meses ha sido muy comentado su deteriorado estado de salud. Ha tenido que ir acompañada por dos personas del brazo y ha sufrido algún que otro traspiés. También tiene pequeños olvidos, fruto de su avanzada edad.

Como Juan Carlos I, la reina Sofía también ha preparado todo para el día de su fallecimiento. La emérita es muy religiosa. Cree en Dios y no tiene ningún problema a la hora de hablar de la muerte. Es una parte más del proceso de la vida. Así que ya ha dejado escritas sus últimas voluntades, como por ejemplo, donde le gustaría ser enterrada. Por ahora tiene claro donde no querría, a diferencia de su marido, no quiere poner un pie en la Cripta Real del Escorial, donde tampoco hay sitio. No piensa vivir hasta la eternidad al lado de alguien que nunca la ha querido y le ha engañado.

La reina Sofía no quiere descansar hasta la eternidad al lado de Juan Carlos I 

La reina Sofía desea ser incinerada y que sus cenizas sean esparcidas en el mar Egeo, donde nació. Prefiere una despedida sencilla, mientras que él apuesta por un homenaje a gran escala, aunque su situación podría hacerle perder ciertos privilegios. “La reina Sofía me comentó que le gustaría que sus cenizas fueran dispersadas en el Mediterráneo o en el Egeo, ya que es su mar”, afirmó Pilar Urbano en Telecinco.

Juan Carlos tiene un lugar en el panteón de Reyes de El Escorial, igual que la reina emérita porque es esposa de rey y madre de rey. Me dijo que nunca pediría que quemen su cuerpo y que se extiendan sus cenizas por ahí. Me confesó que quería ser enterrado en España", explicó Urbano. "El que ha sido rey, es rey siempre, aunque ya no reine y tiene que morir en España, tiene que morir en su patria, sobre todo, si ha reinado. Naturalmente. Con todas sus sílabas", siguió. Separados para la eternidad.

Reina Sofia