La reina Sofía ha visto como su familia se ha resquebrajado por completo. Prácticamente ninguna de las piezas del puzzle ha encajado. Primero de todo ella, se casó con Juan Carlos I amando a otra persona. Ella estaba enamorada de Harald de Noruega, pero éste la veía solo como una buena amiga. No le quedó más remedio que casarse con el emérito, de quien estuvo a punto de divorciarse tras conocer una infidelidad de tantas, pero su madre, Federica, le obligó a regresar a Zarzuela. Totalmente humillada aguantó décadas. No obstante, una vez que nació Felipe, el heredero al trono, ya no mantenían relaciones íntimas ni dormían juntos.
La emérita estuvo feliz el día que vio casarse a sus hijos, aunque algunas de las parejas que habían elegido no fuesen de su agrado. La primera en casarse fue la infanta Elena con Jaime de Marichalar, pero en el momento de la boda ya no estaban plenamente convencidos de ese paso. El nacimiento de Victoria Federica y Froilán no solucionó los problemas del matrimonio.
La ruptura de este matrimonio no importó tanto a la reina Sofía, aunque demostró todo su apoyo a la infanta Elena, ayudándola con Victoria Federica y Froilán. La abuela de los entonces adolescentes les daba cobijo cuando hacían alguna trastada.
La reina Sofía rompe relaciones con Iñaki Urdangarin
El divorcio que más dañó le ha hecho es el de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin. Creía que iban a estar unidos para siempre, pero realmente tampoco fue así. Cuando se descubrió la implicación del ex duque de Palma en el caso Nóos y se decretó su ingresó en prisión, la relación saltó por los aires. Los primeros meses las visitas de la infanta eran regulares, pero con el tiempo fueron más espaciadas. Sorprendió que se instalase en Ginebra sin la presencia del padre de sus hijos, que se fue a Vitoria para estar cerca de su madre y empezar de cero. Quien le visitaba a menudo en prisión era la reina Sofía, no faltaba a su cita. Era el yerno favorito de la emérita, pero también de Juan Carlos I. Por eso se le ha ofrecido un buen acuerdo de divorcio.
Sin embargo, la relación de la emérita con el exjugador de balonmano está completamente rota desde que se filtró la fotografía de Iñaki dando un paseo por la playa de Biarritz acompañado de otra persona que no era la infanta Cristina. Sofía vio sufrir a su hija. No se separó de ella en un solo momento y desde entonces rompió todo tipo de relación con Urdangarin. La imagen que tenía de él ha cambiado por completo.