Juan Carlos y Sofía nunca se quisieron, se casaron por obligación. Aunque con Felipe y Leonor las cosas han cambiado, décadas atrás los reyes casaban a sus hijos con los de otras monarquías para conseguir más poder. El emérito estaba enamorado de la escritora Olghina Robilant, mientras que la emérita bebía los vientos por Harald de Noruega, pero éste la veía solo como una amiga. Es por este motivo que la reina Federica corrió para casar a Sofía con el hijo de Juan de Borbón, aunque no fuese santo de su devoción. El padre del exmonarca se encargó de terminar la relación de su hijo con la periodista.
La relación de Juan Carlos y Sofía siempre fue un desastre. Nunca se quisieron pero mantuvieron las formas de cara a la institución. Solo mantenían relaciones íntimas para dar a luz al varón que heredaría el trono. Pero para la mala suerte del emérito, las dos primeras fueron niñas, Elena y Cristina. Una vez nació Felipe VI dejaron de mantener relaciones sexuales y dormir juntos. El padre del rey ha tenido más de 1.000 relaciones, una mujer en cada puerto, algunas relaciones esporádicas y otras más duraderas, como la que mantuvo con Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayá. Por la empresaria alemana estuvo al borde de divorciarse de la reina Sofía, un gran escándalo.
La reina Sofía no se esperaba que Juan Carlos le pudiese engañar con otras mujeres. Cuando se hicieron públicas sus relaciones extramatrimoniales, la emérita quedó humillada. Descubrió por Felipe que su marido mantenía una relación con Bárbara Rey. Ya no dejaba entrar a ninguna mujer a Zarzuela. Apuntaba a muchas de ellas es una lista negra e intentaba hacerles la vida imposible con sus contactos.
La técnica que utilizaba Juan Carlos para librarse de sus amantes en alta mar
En Zarzuela era más difícil engañar a Sofía, pero en Marivent tenía banda ancha. No se escondía. Utilizaba el lujoso yate de la familia, ‘El Fortuna’. La reina Sofía tenía una persona de su círculo cercano que le chivaba cuando su marido estaba con otra mujer en el barco. Ella cogía una lancha a motor y se plantaba rápidamente en el yate por sorpresa. Pero a Juan Carlos también le daban el chivatazo y conseguía deshacerse de las mujeres a tiempo. “Él salía con sus amigas y nadie sabía qué pasaba en el barco porque era imposible seguirle todo el día en alta mar”, empezaba la fuente. "Unas escapadas que no gustaban ni un pelo a Sofía, que en más de una ocasión cogía la lancha 'Somni' para pillarlo en acción. No obstante, cuando Sofía llegaba todo era normalidad, pues el rey Juan Carlos tiraba a sus amigas por la borda” cuando Sofía se presentaba sin avisar.
“Te lo cuento pero no lo he visto con mis ojos, quizá es más leyenda urbana que otra cosa. Pero a mí, después de haber visto como se comportaba cuando estaba en Mallorca, no me parece nada descabellado”, añadía dicha fuente.
Estas mujeres no se quedaban flotando a la deriva en alta mar. Una patrulla de la guardia civil estaba cerca y las recogía. Una historia inverosímil.