Hace tiempo que la reina Sofía vive arrinconada en la casa real. La reina emérita Sofía no gana para disgustos. En los últimos tiempos ha sufrido duros reveses que la han dejado muy tocada. Su hermana Irene, conocida cariñosamente como ‘tía Pecu’, por lo peculiar que es, ha sido su único apoyo en los últimos años. Ambas viven juntas en la Zarzuela, a unos cuantos metros de los reyes Felipe y Letizia, la infanta Sofía y la princesa Leonor. E Irene es a quien Sofía ha tenido a su lado cuando Juan Carlos la ha apuñalado por la espalda, o cuando este se fue a vivir 'exiliado' a Abu Dabi. Y también cuando la buena relación entre sus hijos se ha desmoronado.

Todo empezó con la infanta Cristina, que fue apartada de la casa real por su apoyo incondicional a Iñaki Urdangarin en el caso Nóos; y siguió con la infanta Elena, cuyo apoyo desmedido hacia Juan Carlos I y poco control sobre sus hijos Froilán y Victoria Federica, le valieron ser alejada del núcleo duro de la familia real. 

Los peores años en la vida de la reina Sofía

Una situación que no ha mejorado en los últimos tiempos. Ha tenido que ver como el matrimonio de su hijo se va al traste por presuntas infidelidades. Sofía, engañada toda la vida por Juan Carlos, se ve reflejada en su hijo Felipe. La buena noticia para la emérita es que los errores de Letizia han generado un acercamiento de los borbones. La consorte ha perdido buena parte de su poder. Como decía Pilar Eyre, Letizia está haciendo “penitencia”.

reina sofia y letizia

Aun así, los malos momentos no se los quita nadie a Sofía, que además está viendo en primera persona el deterioro de Irene. Fuentes aseguran que la tía ‘Pecu’ sufre Alzheimer y que empeora cada día que pasa. Y ello tiene muy preocupada a Sofía.

No solo eso. Ver la salud de su hermana tiene a Sofía pensando en el día en el que se vaya de este mundo. A sus 85 años sabe que cada día que pasa es un regalo. Y para no ser un problema, ya ha dado instrucciones de lo que quiere cuando ya no esté.

La reina Sofía no quiere morir en Zarzuela

Del mismo modo que el rey emérito Juan Carlos I ha dicho a Felipe VI que quiere morir en España y le ha pedido que le deje volver si su salud empeora en gran medida, Sofía le ha pedido todo lo contrario. A Sofía le gustaría morir en su patria, Grecia. Al fin y al cabo, dejó su lugar de origen y se mudó a Madrid por un amor que siempre fue una farsa. Y le ha solicitado a su hijo que le deje irse a su tierra, donde se siente en casa de verdad, cuando su salud esté al límite. No solo eso: Sofía no quiere ser enterrada en España. De hecho, no quiere ser enterrada. “La reina Sofía me dijo que le gustaría que extendieran sus cenizas por el Mediterráneo o por el Egeo porque es su mar”, aseguró la periodista Pilar Urbano.