La reina Sofía atraviesa uno de los peores veranos de su historia. A principios de junio pidió a Felipe, Cristina y Elena reunirse toda la familia en Marivent. Debido a su avanzada edad, aunque no tiene ningún problema de salud, sabe que le quedan pocos veranos en Palma de Mallorca, un lugar donde ha encontrado paz y tranquilidad alejada del ambiente burocrático de Zarzuela. Hace más de una década que no se reúne toda la familia al completo y es un sueño que querría cumplir. No hace falta que estén presente sus hijos, solo quiere a sus ocho nietos juntos, un solo día y de forma privada, sin fotografías públicas. Sus dos hijas aceptaron al momento, de hecho compraron los billetes de avión y alquilaron dos coches para sus hijos que carecen de escoltas. Felipe tenía que consultarlo con Letizia, y lógicamente ésta le contestó un sonoro “no”, muy enfadada.
Sofía se quedó sin su sueño y con toda la familia completamente rota. Debido a los compromisos institucionales, Felipe y Letizia tuvieron que retrasar sus vacaciones, así que optaron por quedarse dos semanas en Palma de Mallorca. Hasta el 14 de agosto. Por este motivo, este año no ha recibido ninguna visita de sus otros nietos e hijas. La infanta Cristina se marchó a Grecia y Bidart con Miguel e Irene, mientras que la infanta Elena estuvo en Sanxenxo con Juan Carlos y en Cantabria con una amiga.
La reina Sofía, sola y hundida en Marivent
La emérita está completamente sola en Marivent. Su verano más triste. Desde que se marchó su hijo y sus nietas, no se la ha vuelto a ver por la ciudad. Se esconde en el conocido palacio junto a su hermana Irene, su máximo apoyo en estos momentos tan difíciles.
La madre de Felipe ya está más que acostumbrada a las humillaciones y a los desplantes públicos. Primero por parte de Juan Carlos, y ahora de su hijo. El emérito la engañó durante todo su matrimonio con miles de mujeres. Es por este motivo que al padre de sus tres hijos no le guarda ninguna estima. Desde que se marchó a Abu Dabi, solo le ha visto en momento puntuales, como en la boda del hijo del rey de Jordania o en el almuerzo que organizó Zarzuela el año pasado.
La reina Sofía solo le pide una cosa a su hijo, y espera que en esto no le falle. La emérita no quiere que se la entierre con Juan Carlos el día que fallezca. No quiere enterrarse en el panteón familiar como ocurre con toda la realeza. En su caso quiere incinerarse y tirarse en el mar Egeo, donde empezó todo.