La reina Sofía ha estado muy preocupada desde que su hermana Irene de Grecia enfermó. Según ha revelado una revista conocida, la tía Pecu podría estar sufriendo de Alzheimer. En los últimos meses, ha mostrado algunos olvidos menores, por lo que el personal médico de Zarzuela se ha reunido para monitorearla y tratar de frenar el avance rápido de la enfermedad. La reina emérita no se separa de su hermana ni un momento, siempre ha sido su mayor apoyo. Ahora, Sofía ha decidido arreglar su testamento ante notario.
Consciente de su edad y la posibilidad de enfermar en cualquier momento, Sofía quiere dejar todo en orden para evitar problemas a sus tres hijos. Además, ha dejado por escrito sus últimas voluntades, temiendo que sus hijos no conozcan sus deseos y no los cumplan.
La reina Sofía no quiere continuar con Juan Carlos I
Es sabido que la reina Sofía no se casó con Juan Carlos por amor. Su relación se rompió hace tiempo. Ella esperaba enamorarse, pero cuando descubrió sus infidelidades, dejaron de convivir. Juan Carlos estuvo con más de 5.000 mujeres, mientras que no se sabe si Sofía tuvo alguna relación con otro hombre. Por eso, la reina Sofía no quiere pasar la eternidad al lado del padre de sus hijos.
Juan Carlos quiere ser enterrado en el panteón de los Borbón, aunque no haya espacio. En cambio, la reina Sofía desea ser incinerada y que sus cenizas sean arrojadas al mar Egeo, donde nació. Ella quiere un entierro discreto, mientras que él prefiere un homenaje grandioso, aunque con su situación actual podría perder algunas de sus concesiones. Pilar Urbano declaró en Telecinco que Sofía le expresó su deseo de que sus cenizas fueran esparcidas por el Mediterráneo o el Egeo, su mar natal.
Urbano también explicó que Juan Carlos tiene un lugar en el panteón de Reyes de El Escorial, al igual que Sofía, por ser esposa y madre de reyes. Juan Carlos le confesó que nunca pediría ser cremado y que quería ser enterrado en España, su patria, donde reinó. Así, separados por la eternidad.