Entre Letizia y Sofía la relación nunca ha sido especialmente buena. Ha existido una más que evidente rivalidad entre ellas. La mujer de Felipe ha querido desvincularse de la presión que ejercía el rol de la emérita. Una sombra demasiado alargada que ha logrado combatir apartándola poco a poco de forma sibilina. La gran tensión entre ellas se vivió en la Misa de Pascua de 2018 en la Catedral de Palma de Mallorca. Los asistentes a este evento religioso fueron testigos, como los espectadores con las cámaras, del enfrentamiento entre ambas reinas. Sofía quería hacerse una fotografía con sus dos nietas a la salida de la catedral, pero Letizia le hizo un feo gesto apartándole el brazo para interrumpir ese momento.
Desde ese momento, Letizia ha humillado constantemente a Sofía. Recientemente, la emérita quería reunir a sus ocho nietos en Marivent, es algo que no sucede desde hace una década. Ella ya es mayor y sabe que no le quedan muchos veranos más, así que no habría nada que le hiciese más ilusión, inmortalizar ese momento. Pero la mujer de Felipe se negó en rotundo a reunir a sus hijas con Victoria Federica y Froilán. La mujer de Juan Carlos se quedó totalmente sola y hundida con el único apoyo de Irene de Grecia.
La reina Sofía no perdona la humillación sonada de Palma de Mallorca
La reina Sofía solo ha aparentado una buena relación con Letizia, pero hasta el peor traductor de signos podría decir que no es así. Solo aparentan ser amigas cuando están las cámaras delante, una vez que todo el mundo desaparece, en la intimidad, ni tan siquiera se cruzan. La emérita no quiere oír hablar de la reina, ni tan siquiera verla. No le perdona todo el daño que le ha hecho a ella y a toda su familia.
“Desde el punto de vista protocolario era una situación que nadie esperaba. Según me consta por mis fuentes, el jefe de Protocolo de la Casa Real no estaba presente. Fue algo inaudito que incluso a día de hoy seguimos analizando. Todo viene por un gesto que tiene la princesa de Asturias con su abuela cuando le echa el brazo por encima. Ahí saltaron las alarmas. Al parecer la reina Letizia no deseaba una foto con la familia allí, la quería en otro sitio. Fue tal la controversia que llegó hasta el New York Times”, recuerda Diana Rubio, experta en protocolo, sobre el incidente en la catedral de Palma de Mallorca. “El choque entre reinas fue muy curioso por la cordialidad que habían demostrado con anterioridad. A nivel protocolario, hay que tener mucho cuidado y más cuando sabes que todo el mundo te está mirando”. Lo peor llegó después para la reina Letizia, todas las noticias que se publicaron en su contra y apoyaban totalmente a la emérita.