La relación entre la reina Sofía y Juan Carlos ha sido un tema de interés durante muchos años, especialmente debido a la separación que existe entre ambos desde hace tiempo. Desde que el rey emérito se vio obligado a exiliarse a los Emiratos Árabes Unidos, el distanciamiento entre la pareja se hizo más evidente, ya que ni siquiera comparten residencia. Este alejamiento no es algo reciente; de hecho, si retrocedemos más de cinco décadas, se pueden encontrar indicios de una relación compleja.
Cuando Juan Carlos aún era príncipe, mantenía una relación con Olghina de Robilant, una periodista y escritora. Sin embargo, su padre, Juan de Borbón, lo obligó a casarse con Sofía, con el propósito de unir a las dos monarquías. Esta decisión puso fin al romance con Olghina, una historia que guarda ciertas similitudes con la relación entre Felipe y Letizia, donde también hubo intentos de interferencia. Por otro lado, la reina Sofía tampoco estaba profundamente enamorada de Juan Carlos. En su juventud, había vivido una decepción amorosa con Harald de Noruega. A pesar de ello, Sofía decidió dar una oportunidad a su matrimonio y se comprometió con el papel que le había sido asignado.
Sin embargo, el esfuerzo de Sofía no fue correspondido. Durante años, la reina sufrió constantes desplantes y humillaciones por parte de su esposo. A pesar de que Juan Carlos no sentía amor por ella, siempre reconoció públicamente su comportamiento ante las adversidades. El principal motivo por el que mantenía relaciones con Sofía era para cumplir con su deber de tener un heredero varón. No obstante, la llegada de ese heredero se retrasó más de lo esperado, ya que primero nacieron dos hijas, Elena y Cristina. Finalmente, con el nacimiento de Felipe, el deseo del emérito se cumplió, aunque estuvo tan cerca de perder la paciencia que incluso consideró modificar la Constitución para permitir que su hija Elena se convirtiera en reina y, por ende, su nieto Froilán en príncipe.
Juan Carlos mantuvo relaciones íntimas con más de 5.000 mujeres
Tras el nacimiento de Felipe, la relación entre Juan Carlos y Sofía se deterioró aún más. No solo dejaron de mantener relaciones íntimas, sino que tampoco compartían habitación. Sofía se mudó al lado de su hermana Irene, mientras Juan Carlos continuaba su vida en Zarzuela. Según algunos testimonios, como el de un excoronel del ejército que coincidió con el monarca durante su formación en Zaragoza, Juan Carlos tenía fama de ser un "depredador sexual". Se ha llegado a documentar que mantuvo relaciones con más de 5,000 mujeres, muchas de ellas prostitutas de lujo, cuyos servicios habría pagado con fondos públicos.
Además de su relación con figuras públicas, como Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà, se especula sobre otros romances con artistas de renombre. Se dice que el emérito ofrecía grandes sumas de dinero para establecer relaciones con estas mujeres. Aunque la reina Sofía conocía las infidelidades de su marido, rara vez tuvo pruebas tangibles de ello. Sin embargo, en una ocasión llegó a sorprenderlo en la cama con otra mujer, que resultó ser la conocida actriz y cantante Sara Montiel, un hecho revelado en la biografía no autorizada de Juan Carlos, según declaraciones de Amadeo Martínez Inglés y recogidas por medios como La Sexta.