La reina Sofía es una mujer tradicional, familiar y religiosa. Uno de sus sueños es morir siendo reina, aunque es algo que probablemente no pase, debido a su avanzada edad. Felipe VI sabe que su madre no atraviesa uno de sus mejores momentos y si le propone jubilarse sería un duro golpe para ella. El año pasado perdió a su hermano Constantino y a Irene, su otra hermana, le diagnosticaron Alzheimer, no han sido buenos tiempos para ella. Se siente muy sola y su familia está totalmente dividida.
Sin embargo, el papel de la reina Sofía en la corona es totalmente residual. Ya solo aparece en contadas ocasiones para algunos compromisos a los que los reyes no pueden acudir o no muestran un gran interés. Pero ahora aparece mucho menos porque Leonor y Sofía empiezan a ocuparse de actos en solitario. Con ellas está todo cubierto.
Sofía nunca se ha planteado nada sobre su futuro porque pensó que moriría en Zarzuela como reina, pero ahora tiene sus dudas. El palacio es su casa, y no concibe otro lugar, pero en Marivent encuentra todos los veranos la paz que busca. Sin embargo, para descansar y no sentirse sola su lugar favorito sería Grecia, volver a su casa. De hecho, la emérita no quiere enterrarse en la Cripta Real, quiere incinerarse y tirar sus cenizas al Mar Egeo, el que le vio crecer, a sus orígenes.
La reina Sofía quiere acabar sus días en Grecia
La madre de Felipe VI viaja a Grecia siempre que puede, de hecho este fin de semana se encuentra con sus hijas y su hermana Irene en la boda de Teodora. La reina Sofía podía terminar sus días en su país. Concretamente en la casa que compró en 2014 Constantino de Grecia. Los de Grecia son una familia muy unida y les gustaría tener a la emérita a su lado.
El hermano de doña Sofía y su esposa desembolsaron un total de 5 millones de euros por la residencia, que cuenta con doce dormitorios, cada uno con su baño y su terraza, jardín con una impresionante piscina y una pequeña cala privada. Según el periódico, los reyes griegos supieron ver el buen negocio, pues en la época de crecimiento económico esta mansión se vendía por 10 millones de euros.
Porto Jeli es un lugar muy importante para la familia real griega. Era muy común ver a Constantino tras varios años en Roma y en Londres en el exilio por un golpe de Estado. La última vez que la reina Sofía viajó a Porto Jeli fue a finales de agosto de este mismo año en compañía de su hermana Irene.