La reina Sofía no estuvo presente en la Pascua Militar ni tampoco en el cumpleaños de Juan Carlos. Tenía otros planes. Esta semana ha cogido un avión con su hermana Irene para trasladarse a Atenas y asistir a la misa homenaje a Constantino de Grecia que se realizará este mismo miércoles 10 de enero, justo cuando se cumple un año de su fallecimiento. Los tres hermanos estaban muy unidos y la pérdida de uno de ellos ha sido un golpe muy duro para las otras dos. Debido a sus compromisos institucionales, se conoce que Felipe y Letizia no podrán estar presentes en ese acto, hoy mismo tienen una visita a un colegio en León, una fecha que podría haberse cambiado, por este motivo la mujer de Juan Carlos se ha enfadado con su hijo y su nuera. Un gesto que no va a perdonar, por muchas disculpas. Aunque se esconda bajo una sonrisa angelical, Sofía es una mujer de carácter.
La verdadera personalidad de la reina Sofía sale a la luz
Debido a su función como monarca, ha desarrollado una personalidad sumamente exigente, comenzando por sí misma y extendiendo esa demanda a los demás. A pesar de esto, Sofía cuenta con un gran cariño como uno de los miembros más apreciados de la Familia Real. La transformación que la ha llevado a convertirse en la querida reina actual se atribuye en gran medida a las personas de su entorno, quienes, en calidad de asesores, han desempeñado un papel crucial en su desarrollo. La elección de individuos de confianza ha sido una constante en su círculo, siempre y cuando puedan sobrellevar la presión inherente a su trato inflexible.
Sofía exhibe una actitud estricta y demandante hacia todos aquellos que desempeñan funciones en su servicio, una cualidad ampliamente reconocida por aquellos que han dedicado años a laborar en Zarzuela. A pesar de que algunas personas persisten en colaborar con Letizia, ciertos individuos sostienen que no se ha observado una mejora; de hecho, perciben que la reina actual es incluso más rigurosa y supervisora.
"La reina no se deja aconsejar y nunca protesta. Pero es inflexible con el servicio, si ve que una prenda no está bien planchada, no dice nada, se limita a tirarla al suelo”, explica Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas.
Pilar Eyre define a la emérita como una mujer “de fuerte carácter y muy reina”. Aunque no regañaba a sus trabajadores, cuando no estaba contenta, sus gestos hablaban por sí solos y sabías perfectamente que algo iba mal. “Si le dabas un tirón sin querer, no te decía nada, pero la mirada… buf, la mirada…”, explicó una de sus peluqueras.
Según detallan, la reina Sofía no se ha portado bien en su vuelo privado a Atenas desde Madrid. Es muy exigente con el personal de cabina. Su actitud es muy altiva y fría. Ni un solo gesto de respeto ni empatía.