La Casa Real española ha sido escenario de múltiples secretos y polémicas a lo largo de los años. Muchos de ellos protagonizados por el rey emérito Juan Carlos I. Sin embargo, pocos han resultado tan comprometedores como algunos del pasado que rodea a la reina Letizia Ortiz. Aunque su figura se ha consolidado con el tiempo como un pilar de la monarquía, su juventud estuvo marcada por episodios que muchos han intentado silenciar. Entre ellos, uno en particular estuvo a punto de costarle su lugar en la familia real: su supuesta detención por posesión de drogas.
Según diversas fuentes, la juventud de Letizia fue rebeldía y excesos. Su etapa de instituto estuvo marcada por un fuerte espíritu independiente, lo que la llevó a experimentar con diferentes entornos y compañías. Algunos biógrafos y periodistas especializados en la monarquía española, como Isidre Cunill, sostienen que durante aquellos años la actual consorte de Felipe VI fue detenida por posesión de hachís. Este episodio, aunque poco difundido, no pasó desapercibido en el círculo de la familia real.
La casa real sabía del episodio de Letizia relacionado con las drogas
Cuando el entonces príncipe Felipe anunció su relación con Letizia, la reina Sofía se mostró profundamente preocupada. Los eméritos, siempre preocupados por el prestigio de la institución, ordenaron una investigación al CNI sobre el pasado de la periodista. Fue entonces cuando llegaron a sus manos informes detallados sobre su vida antes de conocer al heredero al trono. Fiestas, amistades poco convenientes y, sobre todo, un episodio relacionado con drogas fueron suficientes para que Sofía intentara apartarla de la familia.
De hecho, se hizo lo mismo con Isabel Sartorius, otra de las parejas más importantes de Felipe. Ella también fue objeto de rechazo por parte de la familia real debido a su relación con la cocaína, algo que ella misma reconoció tiempo después. En ese entonces, la reina Sofía fue tajante y logró que la relación no prosperara.
Como con Isabel Sartorius, a Letizia también la quisieron echar
El caso de Letizia, sin embargo, fue diferente, pues su fuerte carácter y la determinación de Felipe hicieron imposible la separación. El heredero amenazó con renunciar a la corona si no dejaban de ponerle trabas en la relación.
La oposición de Sofía a Letizia no solo se debió a este oscuro episodio. También influyó la imagen que la periodista proyectaba: una mujer de ideas propias, con un pasado que no encajaba en los cánones tradicionales de la realeza. Además, las memorias de su primo David Rocasolano, plasmadas en el libro Adiós, princesa, revelaron otro escándalo que afectó su relación con la familia: un aborto previo a conocer a Felipe, del cual se intentaron eliminar todas las pruebas. Pero esa ya es otra historia.