La reina Sofía ha pasado un verano muy solitario. Por primera vez ha visto cómo sus nietos se quedaban en casa y no disfrutaban de las vacaciones con ella, ni un solo día. Sólo la princesa Leonor y la infanta Sofía se han dejado ver por allí, aprovechando la semana en la isla para mostrarse muy tiernas con la abuela. Mientras tanto, del rey Juan Carlos, ni rastro. El emérito sigue escondido para no dar explicaciones de los audios de Corinna que le acusaban de ser corrupto. Con lo que la única compañía que tiene su mujer es la de su hermana Irene de Grecia.
La reina debe estar decaída, después de un verano atípico sin ver a los pequeños practicando deportes acuáticos como los últimos años. El malestar reina en la familia desde que Letizia le despreciara en público durante Semana Santa, una tensión que se suma a la que vive con la infanta Cristina, que estaría enfadada porque no le ha dado apoyo desde el encarcelamiento de Iñaki Urdangarin.
Pero a todo eso se suma hoy una nueva decepción. Este miércoles se cumplen 50 años de la boda de los reyes de Noruega, Harald y Sonia. La pareja lo celebrará con una ceremonia de oficio en la catedral de Oslo, la misma en la que se casaron. Unas imágenes que de bien seguro causarán cierta amargura dentro de Sofía. ¿Por qué? Porque el Rey fue su primer amor.
Explicamos la historia desde el principio. Harald conoció a su actual mujer en un campamento de verano cuando tenían 15 años. Rápidamente se enamoraron, pero mantuvieron en secreto su relación durante muchos años porque el suyo era un amor imposible: ya que él era el príncipe heredero de la Corona mientras que ella era costurera e hija de un comerciante.
Harald estudiaba en la academia militar cuando ella estudiaba diseño de moda e historia del arte. Dos vidas completamente diferentes pero unidas por un gran amor. Cuando el príncipe cumplió los 18 años, decidió confesar a su padre que quería casarse con ella fuera como fuera. Pero la noticia no gustó al Rey, que desde un principio se opuso rotundamente a la relación.
De hecho, llegó a tal extremo que lo envió a estudiar a Oxford para alejarlo de ella y le presentó a muchas princesas para que se olvidara de Sonia. En aquella época fue cuando conoció la reina Sofía, quien le habría gustado mucho. Ambos habrían establecido una amistad "entrañable" oficialmente, pero muchas voces aseguran que fueron más que amigos. Lo califican del primer amor de la Reina, pero ella lo negó: "Las reinas no tienen pasado", habría dicho ante la periodista Pilar Urbano. Hubiera amor o no, lo que está claro es que las dos casas reales querían que estuvieran juntos.
Ahora bien, el amor del noruego por la costurera era demasiado fuerte. Ella amenazó con suicidarse si no podían estar juntos, y por eso Harald decidió hacer un ultimátum a su padre. O se casaba con Sonia o renunciaba a los derechos dinásticos. Finalmente el Rey tuvo que claudicar, con lo que llegó la boda real. Y de aquella ceremonia tan esperada, ya hace 50 años.
Así pues, la reina Sofía ve lo feliz que es el rey con el que podría haber reinado. Ya hace 56 años de la boda con Juan Carlos, pero parece bastante improbable verlos celebrando el próximo aniversario nupcial volviendo a casarse...