Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que han sido innumerables las veces que han aparecido en los medios de comunicación diferentes noticias hablando de muchas relaciones extramatrimoniales que ha mantenido en las últimas décadas el rey emérito Juan Carlos I, no son pocos los que, más allá de criticar todo lo que ha hecho el emérito en este sentido, han alabado la figura de la Reina Sofía.
Es más, son muchos los que consideran que uno de los grandes motivos por los cuales la madre de Felipe VI sigue siendo uno de los miembros más queridos de la institución es precisamente porque, pese a que ha sido consciente durante muchos años de las infidelidades de su marido, se ha mantenido fiel a la institución y ha entendido que su papel de reina estaba muy por delante de su papel de esposa.
Eso sí, cabe tener en cuenta que, tal y como han apuntado algunas periodistas muy bien informadas de lo que ocurre en Zarzuela, parece ser que la Reina Sofía ha tenido también una serie de amigos especiales, aunque evidentemente no está ni de lejos al mismo nivel en este sentido respecto a su marido.
Felipe VI no quiso saber nada de un nuevo ‘amor’ de su madre
No fue otra que Pilar Eyre la que destapó la bomba en Lecturas apuntando que “Vuelve con fuerza la historia de la singular amistad/amor que desvelamos en estas páginas el mes de enero entre la reina emérita, Sofía, y Alfonso Díez, el atractivo viudo de Cayetana la Duquesa de Alba”.
Y va más allá: “Llamadas, mensajes, cartas, regalitos, un par de encuentros a las afueras de Madrid... Contaba con que esta amistad había nacido a partir de la muerte de la Duquesa. Pero la colega Beatriz Cortázar me concreta que viene de antes, de los largos meses en los que Cayetana estuvo enferma”.
Una relación que en un inicio no gustó a Felipe VI, tal y como apunta Pilar: “Cuando destapé esta bonita amistad me dijeron que un Felipe un poco molesto había dicho en Zarzuela "a este señor no se le coge más el teléfono"". Sin embargo, parece ser que el Rey se ha relajado en este sentido: “pero como decíamos, Cortázar afirma que esta prohibición ya no existe: "En estos momentos la amistad entre Alfonso y Sofía sigue ¡viva y discreta!".