La reina Letizia es quien ahora representa a la casa real en la mayor parte de actos protocolarios que requieren la presencia de algún miembro de la casa real. Hasta ahora había sido la reina emérita Sofía quien había hecho acto de presencia en la mayoría de ellos, pero en los últimos meses, coincidiendo con la marcha de la princesa Leonor y la infanta Sofía de la Zarzuela, es Letizia quien ha tomado la iniciativa. Está relevando a su suegra a medida que esta queda cada vez más arrinconada.
Aún así, Sofía sigue cubriendo algunos actos. Sobre todo aquellos que Letizia, ya sea por problemas de agenda o por pereza, rechaza. Ello le permite a la esposa del rey emérito Juan Carlos I mantener algo de repercusión. Y es que a la madre del rey Felipe VI le encanta el postureo y el paripé. Así se siente útil.
Sofía participa en un acto del Banco de Alimentos
Este miércoles, por ejemplo, estuvo en la Convención Anual de la Federación Europea de Bancos de Alimentos 2023. Se trata de un acto benéfico organizado por una institución con la que la reina Sofía mantiene un fuerte vínculo desde hace años. Sofía siempre ha estdo muy sensibilizada con las causas perdidas y con los más desfavorecidos.
El acto reunió a algunos de los máximos responsables de las estrategias que sigue la organización, tanto de España como de Europa. Y todos ellos mantuvieron conversaciones con la emérita, que siempre se muestra muy involucrada.
Para la ocasión, Sofía eligió una combinación muy favorecedora. Estaba compuesta por una camisa de fondo negro con estampado de flores en tonos azules, así como por un pantalón negro y unos zapatos a juego. A ello, como suele ser habitual en la emérita, añadió varios collares y pulseras de colores con perlas. A la suegra de la reina Letizia le encantan las joyas y las luce siempre que puede. Además, también lució un bolso de mano muy elegante en color negro, combinable con cualquier look.
Sofía, notablemente baja de ánimos, deja de pasar por el cirujano plástico
Una serie de detalles que, sin embargo, no podían esconder un estado anímico cuestionable. Se conoce que Sofía arrastra mucha tristeza desde que se desmembró la familia. Anímicamente está rota.
Un bajo ánimo que, además, la han llevado a decidir dejar de hacerse retoques estéticos. A diferencia de hace un tiempo, cuando Sofía se pinchaba bótox, a Sofía se le notan las arrugas del labio, los ojos y el entrecejo. Se la nota bastante dejada y sin interés por lucir un rostro radiante en el que no se noten los 85 años que tiene.