La reina Sofía es conocida por ser una mujer profundamente tradicional, religiosa y con un fuerte apego a los valores familiares. A lo largo de su vida, ha defendido la unidad del núcleo familiar como un principio esencial. Sin embargo, su matrimonio con Juan Carlos I no fue precisamente un cuento de hadas. Según relatos, contrajo matrimonio sin estar enamorada y sin sentir que sus sentimientos eran correspondidos. Lo hizo tras un desengaño amoroso con Harald de Noruega, quien fue el primer hombre en aprovecharse de ella emocionalmente.

Cuando Sofía descubrió las numerosas infidelidades de Juan Carlos, tomó una decisión que marcó un momento crítico en su vida: viajó a la India con sus tres hijos para hablar con su madre, la reina Federica, quien vivía en el exilio. En ese encuentro, Sofía expresó su intención de divorciarse. Sin embargo, Federica la disuadió argumentando que una reina debía mantener la compostura y soportar las adversidades. Estos valores tradicionales, reforzados por la iglesia, que tampoco veía con buenos ojos ni el divorcio ni la infidelidad, moldearon la vida de Sofía y su manera de enfrentar las dificultades.

Reina Sofia come en Barcelona, foto ElNacional
La reina Sofía comiendo en Barcelona / Foto: El Nacional

La reina Sofía nunca ha aceptado una relación homosexual, ni tampoco ha perdonado las infidelidades de Juan Carlos I 

Uno de los grandes desafíos para la reina emérita fue aceptar las elecciones matrimoniales de sus hijos. Excepto la infanta Elena, ninguno de ellos contrajo matrimonio con miembros de la realeza. Incluso Felipe VI, el actual rey de España, rompió con las tradiciones al casarse con Letizia, una periodista y presentadora de informativos en TVE. Este matrimonio ha sido objeto de especulaciones, y algunos lo han calificado como un acuerdo de conveniencia. Según estas teorías, Felipe habría buscado a una mujer que le asegurara descendencia y que, al mismo tiempo, le permitiera mantener una vida privada discreta. Sin embargo, estas afirmaciones, junto con las teorías sobre una posible homosexualidad del monarca, se mantienen en el terreno de los rumores sin fundamentos sólidos.

Curiosamente, la reina Sofía habría tenido motivos personales para rechazar rotundamente cualquier indicio de una relación homosexual en su hijo. Según la periodista Pilar Urbano, estas ideas contradecían profundamente las creencias religiosas y conservadoras de Sofía. No obstante, la vida de su propio padre, Pablo de Grecia, estuvo marcada por controversias similares.

De acuerdo con Pilar Eyre, Pablo de Grecia mantuvo relaciones homosexuales durante su juventud, especialmente durante su exilio en Inglaterra. Según se relata, formó vínculos con un gigoló de notable atractivo llamado Dennis, con quien viajó por Europa y compartió momentos significativos. Incluso ambos llegaron a tatuarse un corazón azul en el pecho como símbolo de su relación. Aunque esta etapa de su vida estuvo marcada por el escándalo y los excesos, Sofía aparentemente nunca reconoció públicamente estas historias que contrastaban con los valores que ella defendía.

padres reina sofia
Los padres de la reina Sofía