Los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía nunca estuvieron enamorados. Su relación siempre fue una farsa de cara a la galería. Y tal y como han apuntado distintos cronistas especializados en la cara real, solo mantuvieron relaciones de cama hasta que concibieron a Felipe. Su único objetivo pasaba por tener un varón para heredar la corona. Y después de conseguirlo en el tercer intento, dejaron de tener intimidad.

No obstante, que su relación fuera un fracaso y no fueran ejemplo de nada, no les impidió interferir en las relaciones de su hijo y condicionar su intimidad. La relación más destacada en la que intervinieron fue la que mantuvo con Eva Sannum. Una historia de amor que, según insinuó Jaime Peñafiel, se terminó después de que se untara a la joven desde los altos cargos de la monarquía para alejarla de Felipe.

Juan Carlos y Sofía nunca vieron con buenos ojos a la reina Letizia

Sintiéndose culpables del daño que le habían hecho a su hijo en relaciones anteriores, los eméritos decidieron mantenerse al margen en su relación con Letizia. Conscientes de que le habían fastidiado otras relaciones anteriores, “Juan Carlos y Sofía dijeron ‘no’, vamos a dejarle salir con Letizia”, apunta la experta Maica Vasco en su canal de YouTube. Aunque ninguno de los dos veía con buenos ojos a la periodista asturiana por su origen plebeyo y ser una mujer divorciada, le dejaron vía libre. No daban ni un euro por la relación y creían que se iría al traste poco después.

Felipe Letizia imagen privada fuente David Rocasolano

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Como apunta Vasco, “no se esperaban que Felipe diera el paso de quererse comprometer con Letizia”. Les cogió por sorpresa. Juan Carlos se enteró de ello mientras estaba en una cacería y no por su hijo, sino mediante un comunicado de Zarzuela.

La reina Sofía, llorando ante las amenazas de Felipe VI

Juan Carlos entró en cólera y acudió rápidamente a Zarzuela, mientras comunicaba a sus allegados que su hijo se quería cargar la monarquía. Una vez allí y en presencia de Sofía, presionó a Felipe para que no diera el paso. Pero esta vez el príncipe, que ya había renunciado antes a otras relaciones, se negó a dar marcha atrás.

“Estaban ahí Juan Carlos I y la reina Sofía con Felipe. La reina Sofía se puso a llorar porque Felipe amenazaba con renunciar al trono, mientras Juan Carlos le decía que no le pensaba dar la aprobación a esa locura”, comenta la periodista. “La reina Sofía estuvo más floja. Entendió que su hijo, durante todas sus crisis matrimoniales con Juan Carlos, la había apoyado mucho. Y entonces ella dijo ‘no, esta vez voy a apoyar a mi hijo’”.

Reina Sofía, Felipe y Letizia funeral constantino

Tras aquel episodio, Juan Carlos I se fue a Nueva York a cenar con Woody Allen mientras en España se celebraba el desfile de las fuerzas armadas, en lo que fue la típica pataleta de niño consentido. Y como les pasa a veces a los niños consentidos, no le sirvió de nada. Felipe acabó comprometiéndose con Letizia y Juan Carlos no tuvo otro remedio que callar.