Durante el tiempo en que Letizia era princesa, siempre obedecía con cortesía las órdenes de la reina Sofía. No obstante, al ascender al trono, Letizia implementó cambios significativos. Una de sus primeras acciones fue modificar los menús del personal de servicio, eliminando las grasas y alimentos ultraprocesados, y promoviendo una dieta más saludable basada en superalimentos. La reina Letizia es muy estricta con la alimentación de su familia, incluyendo a su esposo, el rey Felipe, y sus hijas, Leonor y Sofía, quienes rara vez tienen la oportunidad de darse algún capricho alimenticio. Sin embargo, en ocasiones especiales, como durante el verano en Palma de Mallorca, se les ha visto romper estas reglas, por ejemplo, comprando helados para combatir el calor. Es probable que esta escena se repita en las próximas semanas.
La Casa Real ha contado durante muchos años con un proveedor oficial de helados: la heladería Livorno, propiedad de José Alfredo Paredes. Este establecimiento, ubicado en Aravaca, Madrid, abrió sus puertas en 1980. Según la experta en nutrición Margarita García, la heladería Livorno suministra helados a la Zarzuela durante todo el año, y el jefe de cocina del palacio se encarga de enviarlos también al palacio de Marivent en Mallorca durante el verano. Estos helados, elaborados de forma artesanal y a la carta, viajan junto al personal de Zarzuela y los equipajes, llegando unos días antes que los monarcas y su familia.
La reina Sofía pide el mismo helado todos los años. Se lo traen a Marivent
La heladería Livorno dispone de una cafetería con terraza, y los sábados abre hasta las 23 horas. Su impresionante variedad de más de 200 sabores, a un precio de 5 euros por dos bolas, incluye algunos inéditos como aceite de oliva, bienmesabe, carajillo, dátiles, marrón glacé, regaliz y pitufo, el favorito de los niños por su intenso color azul que tiñe la lengua. También ofrecen una gama de sorbetes con sabores como apio, anís, gin-tonic, jazmín, mostaza, tomate picante y vinagre.
El helado favorito de la reina Sofía, que nunca falta en Marivent, es el de mandarina. También disfruta de los sabores de frambuesa, cereza, maracuyá y otros cítricos. En 1988, la reina Isabel II visitó el palacio en Mallorca y quiso probar el famoso helado de mandarina que tanto gustaba a la reina Sofía. Dado que no era la temporada de esa fruta, tuvieron que encargarla expresamente a la India y enviarla en avión. El rey Felipe, al igual que su padre don Juan Carlos, prefiere sabores más tradicionales como turrón, dulce de leche y ron con pasas.
Para sorpresa de muchos, la reina Letizia es la más estricta en cuanto a su dieta y solo consume helados veganos, elaborados especialmente para ella con leche vegetal y el sabor que prefiera.