La reina Sofía también se casó con Juan Carlos I por obligación. Su madre, la reina Federica, quería juntar dos monarquías. En aquel momento la emérita había sufrido un desengaño amoroso. Su primer intento fue con Harald de Noruega, de quien estaba profundamente enamorada, pero no funcionó. Él solo la utilizaba como amiga para conocer a su verdadero amor, Sonia de Noruega. No obstante, la mujer de Juan Carlos I nunca ha dejado de quererle, siempre han mantenido una buena relación. Tienen una edad similar y forman parte de las monarquías europeas, han coincidido en numerosos actos.
La madre de Felipe VI ha sufrido grandes perdidas estos últimos años. La más importante su hermano Constantino de Grecia que sufrió un derrame cerebral. Unos meses más tarde se confirmó que su hermana Irene, su máximo apoyo en estos últimos cuarenta años, sufría Alzheimer, la enfermedad del olvido. A día de hoy ni la recuerda, y la emérita se ha quedado completamente sola. Con una familia que continúa rota.

La reina Sofía está muy preocupada porque se está haciendo mayor y ve como poco a poco va perdiendo facultades. Le cuesta más moverse y tiene algún que otro despiste. No obstante, aunque Felipe VI ha insistido en varias ocasiones, la emérita no quiere abandonar sus funciones institucionales. Quiere morir como la reina Isabel II, siendo reina.
Máxima preocupación por la salud de Harald de Noruega y la sucesión
A finales de este año cumplirá 87 años, igual que Juan Carlos I, y Harald de Noruega tan solo tiene uno más, 88. El monarca ya ha sufrido algún que otro traspié de salud, pero aún así también se resiste a abandonar el trono y dejar paso a las nuevas generaciones.
Harald de Noruega, y todo su entorno, están bastante preocupados por la situación familiar. La monarquía noruega, una de las más importantes en Europa, podría ver su fin con la llegada de la princesa Mette-Marit, ya que sus hijos deberán sentarse en el banquillo de los acusados. Tenía un nivel de aceptación muy alto, pero está cayendo en picado.
El padre de Mette-Marit era alcohólico y maltratador. La princesa dejó los estudios y llevó una vida de excesos en la adolescencia. Fue novia de dos traficantes de droga. Se quedó embarazada de uno de ellos y a los 7 meses de embarazo se enamoró de Jacob, quien ha hecho de padre.
El rey Harald de Noruega todavía tiene una gran aceptación, pero su estado de salud es muy delicado por su avanzada edad, y esta sucesión no sería la mejor opción. La Casa Real noruega podría tener los días contados.
