Por Navidad unos vienen y los otros vuelven. Mientras que Juan Carlos I está desesperado para marcharse de Abu Dhabi y pisar la Zarzuela, la infanta Sofía, quizás para no encontrarse con él, hace las maletas y se marcha a otra banda. Sus últimas horas en el Estado español, las ha pasado en un concierto de Raphael en Madrid pero hoy mismo ha cogido un avión que evitará haber se de comida los turrones o el roscón de Reyes con su marido.
Poco después del concierto, Sofía cogió un vuelo hacia Atenas para estar al lado de su hermano, el rey Constantino de Grecia que ha sido ingresado en el hospital la semana pasada. Las alarmas sobre su salud saltaron cuando esta semana se conoció la noticia que había sido ingresado de urgencia. Su afección es un edema pulmonar y no una isquemia, como se apuntó al principio. Las últimas noticias sobre su estado son alentadoras, ya que no ha necesitado ser entubado, según los informes médicos.
Constantino de Grecia es el último rey de los griegos y tiene 81 años. Hace tiempo que está tocado: el año 2016, sufrió una embolia pulmonar que lo dejó bastante debilitado. También entonces la Reina emérita incrementó el número de visitas a su país natal para acompañar a su hermano, su gran apoyo siempre que ha tenido una crisis de cuernos de Juan Carlos. Pero este viaje también tiene una doble lectura que le dedica la escritora Pilar Eyre. "De la misma manera que Sofía se ha marchado a Grecia, podría ir a ver su a su marido en Abu Dhabi si tan bien se llevan como dicen". Brutal respuesta cargada de ironía para desmontar la falsedad venden su relación con que.
Aunque hace más de un año que no se les ve juntos, los eméritos no han perdido las formas durante estas fiestas. Sus asesores, han copiado y enganchado las firmas respectivas y las han acompañado de una imagen de un belén napolitano por felicitar la Navidad públicamente.
La letra del buenas fiestas está escrita en ordenador y las dos firmas y el año, con bolígrafo. Ningún mensaje ni ningún comunicado, en definitiva, una de las felicitaciones más horrorosas que se acuerdan de los borbones. En paralelo, Felipe VI ha decidido desvincular la felicitación suya y de la familia directa, de la de sus padres.
Desde el verano del 2020 el rey emérito vivo a los Emiratos Árabes, pero después del cierre de las causas judiciales que se habían abierto a Suiza para la donación de 65 millones desde Arabia Saudí, Juan Carlos I está intentando volver a España, aunque su retorno podría afectar negativamente a su hijo Felipe, con quien prácticamente no tiene relación hoy en día. Hoy por hoy, la Monarquía y la Zarzuela negocian la vuelta del exmonarca, buscando tomar una decisión bilateral, teniendo en cuenta la llegada de las fiestas navideñas.