Sofía y Juan Carlos se casaron por obligación y no por amor. La emérita estaba locamente enamorada de Harald de Noruega, pero para él, ella solo era la amiga que utilizó para conquistar a la mujer que amaba. Por su parte, el emérito mantenía una relación con Olghina, pero Juan de Borbón le obligó a separarse y casarse con su actual mujer. Con el tiempo pensaron que llegarían a quererse, pero ha sucedido todo lo contrario. Se detestan. La madre de Felipe VI no siente absolutamente nada por el padre de éste. Una indiferencia absoluta. Tal vez por este motivo, Juan Carlos empezó a acostarse con otras mujeres. Su fama de mujeriego es conocida en todo el mundo. Se rumorea que ha podido mantener relaciones íntimas con más de 5.000 mujeres. Precisamente, es el descubrimiento de aquellas infidelidades las que llevaron a Sofía a odiar a Juan Carlos por una humillación pública.

Juan Carlos con un anillo EP

Olghina le confesó que le amaba en un telegrama que nunca llegó a las manos de Juan Carlos 

Juan Carlos estuvo enamorado de la italiana. De hecho, unos días antes de la boda se vieron. “¿Qué dices? Claro que no, me obliga mi padre, hay que tener hijos para continuar la dinastía... Ni siquiera sabía si me tenía que casar con Irene o Sofía”, le contestó Juan Carlos a Olghina en su noche desenfrenada de pasión. Juan Carlos le pidió que le dijese que le quería y lo dejaría todo. Esperaba su respuesta antes de la boda. La italiana le escribió un telegrama diciéndole que estaba enamorada y quería estar a su lado, pero Juan de Borbón interceptó la misiva antes de que llegase a las manos de su destinatario y la rompió. Juan Carlos pensó que Olghina declinó la propuesta.

boda juan carlos y sofía

El matrimonio se casó sin amor, pero con muchos problemas. La reina Federica, madre de Sofía, odiaba a Juan Carlos y a su familia. No paró de repetirle que él no es nadie. Siempre le trataba con desprecio. Al padre de éste, Juan de Borbón, le ridiculizaba. En vez de sonar la ‘Marcha Real’ cuando entraba, le ponía ‘Paquito, el chocolatero’.

Juan Carlos y Sofía se casaron juntos por obligación. El deber por encima del querer. En la corona siempre fue así. El entonces príncipe prometió a su padre esforzarse porque la relación funcionase. No le quedó más remedio. Sin embargo, ambos protagonistas de esta historia dejaron de esforzarse cuando tuvieron su primer descendiente varón. Los reyes solo mantuvieron relaciones íntimas para concebir. Los primeros dos intentos fueron mujeres, así que por muy mal que les supusiera tenían que hacer un tercer intento, y por fin llegó el niño. A partir de ese momento dejaron de compartir sábanas. Vivían completamente separados en el mismo palacio.