Letizia no está muy por la labor de tener a la parentela de su marido merodeando por Zarzuela. Desde el lío del caso Nóos y los problemillas fiscales del rey Juan Carlos, la monarquía quedó muy tocada. Y a Letizia no le quedó otra que pasar la escoba para limpiar la imagen de la monarquía y preservar el futuro reinado de su hija Leonor

Letizia, que es más lista que el hambre, convenció a Felipe de que tenían que cortar por lo sano y sacar a toda la parentela de la foto oficial de la Casa Real. Ahora solo se ven ellos dos, las niñas Leonor y Sofía, y la abuela Sofía, que por ahora es la única que ha sabido mantenerse al margen de escándalos.  

Las fiestas navideñas han cambiado y mucho en la Zarzuela 

Ahora se acerca Navidad. En estas fechas, lo normal es que se reuniera toda la familia, como antaño. Pero nada más lejos de la realidad. Letizia ha impuesto sus reglas. Y de fuera solo van a la Zarzuela su madre, Paloma Rocasolano, su hermana Telma, su suegra Sofía y la hermana de la emérita, Irene, conocida coloquialmente como la tía ‘Pecu’, que vive en Zarzuela desde hace cuatro décadas junto a Sofía. Concretamente, ambas comparten dominios en una residencia que adaptaron para ella situada a un kilómetro de distancia  del palacio del rey, donde vive Felipe y Letizia

tía Pecu i Sofia GTRES

Lejos quedan los días en los que era Sofía la que organizaba la Navidad. Antes la emérita ejercía de anfitriona de más de 100 invitados, montando unas fiestas que ni Juan Carlos I en Mallorca o Sanxenxo. Ahora no son más de 8 personas. Y no son muy bien avenidas. 

No es ningún secreto que Sofía no se lleva bien ni con Letizia ni con su consuegra Paloma. La tensión se nota cada vez que comparten espacio. De puertas para fuera todo son sonrisas, pero en la intimidad la cosa cambia. Apenas se dirigen la palabra, y cuando lo hacen, la mayoría de intervenciones son reproches. No es habitual eso de mantener la fiesta en paz.