Que la relación entre la reina Letizia y su suegra, la reina emérita Sofía, nunca fue demasiado buena, no es ningún secreto. Tampoco lo es con el emérito Juan Carlos I, pero la consorte nunca tuvo nada en contra de Sofía para mandarla lejos como hizo con su suegro.

Así las cosas, Letizia y Sofía han tenido que compartir los dominios de la Zarzuela desde que la ex de Televisión Española llegó a palacio. Cada una ha vivido en su espacio, Letizia en el Pabellón del Príncipe y Sofía en sus estancias junto a su hermana Irene. Pero no han dejado de ser algo más que vecinas. Además, Sofía ha seguido representando a la familia real en algunos eventos, lo que hacía más difícil para Letizia alejar a la madre de Felipe VI.

Letizia y Sofía

El pacto entre Felipe VI y la reina Sofía se desvanece por el escándalo de Jaime del Burgo

Sin embargo, desde que Leonor y Sofía volaron del nido, Letizia ha ido relevando a Sofía en muchos eventos institucionales. Y ha estado ejerciendo presión para jubilar a la emérita y que esta se fuera a pasar más temporadas a Londres y a Grecia, donde tiene amigos y familiares, o a Marivent, donde se conoce que Sofía siempre ha sido muy feliz. En otras palabras, Letizia quiere a la ex monarca cuanto más lejos mejor.  Y Felipe, dada la tensión que se palpaba en el ambiente, había pactado con su madre que se iría esas largas temporadas para no empeorar el ambiente. Sofía tenía asumida una de las decisiones más difíciles de su vida: estas serían sus últimas fiestas navideñas en la Zarzuela.

No obstante, todo ha cambiado en las últimas semanas. El escándalo de Del Burgo ha restado mucho poder a Letizia para con Felipe y la monarquía. Ha caído en picado. Y el pacto con Felipe se ha desvanecido. Ahora le toca decidir a Sofía, o es su última Navidad en palacio, o simplemente será una más.