La reina Sofía es la gran protagonista de esta semana. Es la única persona de la familia Borbón que se ha mantenido en la institución cuando explotó el caso Nóos con Iñaki Urdangarin en prisión y las fechorías de Juan Carlos. Felipe y Letizia heredaron el trono y decidieron retirar todas las funciones a los Borbón, así como su sueldo de los Presupuestos Generales del Estado. No obstante, con la emérita fue diferente porque había conseguido aparentar un papel de víctima. Por alguna razón, la madre del monarca siempre ha caído bien a la ciudadanía. En esta última década ha mantenido algunas funciones mínimas. Se ocupaba de aquellos compromisos a los que Felipe y Letizia no llegaban porque se solapaban, así como de los actos relacionados con su fundación, o los religiosos, que no son los favoritos de su nuera.
Entre Londres y Atenas, con unos días en Ginebra
Como residencia fija la reina Sofía vive en Zarzuela con su hermana Irene de Grecia, Felipe y Letizia viven en el mismo recinto pero a un kilómetro de distancia. Cuando el rey era príncipe pidió construir su propio hogar, el pabellón del príncipe. Sin embargo, como la emérita no contaba con muchos compromisos en su agenda, decidió marcharse de palacio, ya que la relación con su nuera no era precisamente la mejor. Vivía durante muchos meses en Londres, con su hermano Constantino de Grecia que falleció en enero del año pasado. También visita Atenas para ver a su familia, y ha pasado algunas semanas en Ginebra junto a la infanta Cristina. A este último destino no sabe si volverá muy a menudo porque Juan Carlos se ha instalado muy cerca de su hija. Ahora pasa más tiempo en Suiza que en Abu Dabi.
La reina Sofía solo viene a España cuando tiene varios compromisos institucionales, se queda unos días hasta que cierra su agenda. Por ejemplo, esta semana presidía la entrega de premios Iberoamericanos de mecenazgo, y este jueves viajará a Tenerife para estar presente en un concierto benéfico y en la marcha de tortugas recuperadas. Intenta pasar el menor tiempo posible en Madrid por su nula relación con Letizia. En Zarzuela, aunque tiene su espacio, se siente muy incómoda, como si no fuese su casa.
Todos sus viajes los suele hacer con la princesa Irene, no quiere dejarla sola, y menos con sus últimos problemas de salud. Está muy preocupada. La revista ‘Hola’ reveló que la tía Pecu sufría demencia, una consecuencia de la edad.