La reina Sofía afronta el verano más duro de los últimos años. Cada día que pasa se encuentra mucho más sola, y es que ya no ha habido forma de solucionar la fractura familiar. Desde que Felipe VI heredó el trono, los actuales reyes se distanciaron de los Borbón. Solo han mantenido a la emérita en la imagen de la corona por su papel de víctima y el aprecio de la ciudadania. El deseo de la mujer de Juan Carlos I siempre ha sido reunir a todos sus nietos, pero nunca ha tenido la oportunidad. Letizia tiene claro que Leonor y Sofía no pasarán ni un solo minuto con sus primos. No quiere que la imagen de las jóvenes se vincule al apellido Borbón.

El último deseo de la exmonarca sería reunirse con sus ocho nietos en Marivent, el palacio en el que siempre ha sido feliz rodeada de paz y tranquilidad. El año pasado pidió a sus tres hijos una cena familiar con sus nietos. Sin embargo, Letizia le dijo a Felipe que eso no iba a suceder jamás. Una vez más, la reina Sofía se ha quedado completamente sola en Zarzuela.

La reina Sofía e Irene de Grecia

A oscuras, sin salir de palacio, acompañada únicamente por Irene de Grecia, y es que este año no se han producido las visitas de sus nietos, ni las infantas. La reina Sofía llora en silencio, ahogada por la tristeza del peor año de su vida. Y es que el 2024 no es mucho mejor que el 2023. El pasado pasado, la emérita perdió de forma repentina, y siendo más joven que ella, a su hermano Constantino, uno de los pilares más importantes de su vida. Esto supuso un duro golpe para ella. Siempre iba a Reino Unido para pasar tiempo con su familia y de esta forma se alejaba a sus enemigos, como Juan Carlos o Letizia.

La reina Sofía está muy preocupada por el estado de salud de Irene de Grecia 

Eso mismo año, unos meses más tarde, se hacía pública la enfermedad que padecía Irene de Grecia. La princesa lucha contra el Alzheimer, la enfermedad del olvido. En los últimos meses Casa Real fue muy discreta, pero hace un par de semanas reapareció y se la pudo ver por primera vez en silla de ruedas, con el rostro muy desmejorado, y la mirada perdida. Personas cercanas desvelan que ya no se acuerda de nada, tiene algún momento de lucidez pero poco más. Esto está pasando factura en el estado anímico de la emérita. Irene siempre ha sido su apoyo más importante, ahora la mira a los ojos y no la reconoce. Se ha olvidado de todo. Es una completa extraña.

Felipe y Letizia han puesto a disposición de ambas personal sanitario. Médicos 24 horas y enfermeros. Este podría ser el último verano de ambas en Marivent, por la avanzada edad de la reina Sofía y por las complicaciones de salud de Irene que han hecho saltar la voz de alarma.

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