La infanta Sofía enfrenta una situación similar a la que vivieron las infantas Elena y Cristina en relación con el actual rey Felipe VI, pero en este caso, su comparación constante es con su hermana mayor, la princesa Leonor. Aunque públicamente ambas hermanas muestran una relación cercana y cómplice, en privado las dinámicas parecen ser más complicadas. Sofía, como la hermana menor, experimenta un sentimiento de relegación, al verse en un rol secundario frente a Leonor, quien será la futura reina de España simplemente por haber nacido primero. Este hecho establece una clara jerarquía: mientras Leonor heredará el título de reina, Sofía permanecerá como infanta, y en el futuro, el rol de princesa recaerá en la descendencia de Leonor.

Por el momento, los reyes Felipe y Letizia han hecho esfuerzos para minimizar las diferencias entre sus hijas. Ambas han recibido una educación de alta calidad y similar. Así como Leonor estudió en el reconocido internado UWC Atlantic College en Gales, Sofía también ha tenido la oportunidad de asistir a la misma institución. Sin embargo, existen interrogantes sobre el camino que seguirá Sofía tras esta etapa. A diferencia de su hermana, que tiene la obligación de completar formación militar por su posición como heredera al trono, Sofía podría optar por una vía académica más libre, probablemente en la Universidad Complutense de Madrid, donde se espera que ambas cursen estudios superiores.

La princesa Leonor y la infanta Sofía GTRES

La infanta Sofía siente celos de Leonor 

Las obligaciones y expectativas que recaen sobre Leonor también marcan una diferencia sustancial entre ambas. La princesa deberá seguir un riguroso itinerario académico y profesional, incluyendo posiblemente una carrera en Derecho para prepararse en cuestiones legales, mientras que Sofía tendrá mayor flexibilidad para elegir una disciplina acorde a sus intereses. Además, Leonor estará destinada a residir en el Palacio de la Zarzuela junto a sus padres, cumpliendo con el protocolo y las responsabilidades propias de su cargo, mientras que Sofía podrá disfrutar de una vida más independiente, viviendo fuera del recinto, quizás en un piso propio en Madrid.

Estas distinciones no solo se reflejan en sus futuros roles, sino también en pequeños detalles del presente. Durante los actos oficiales, se intenta destacar a Leonor como la figura principal, mientras Sofía asume un perfil más discreto. Un ejemplo de ello es la vestimenta: mientras Leonor lleva tacones altos para resaltar su figura, Sofía, que es más alta, se ve obligada a usar zapatos planos y atuendos más sencillos y juveniles. Esta diferencia, aunque sutil, refuerza la percepción de que su rol es secundario.

En resumen, ser la hermana menor de la futura reina implica una serie de limitaciones y adaptaciones que Sofía ya comienza a experimentar. Aunque sus padres intentan equilibrar el trato hacia ambas, el peso de la monarquía marca inevitablemente una distancia en sus caminos.

La princesa Leonor y la infanta Sofía Casa Real