A pesar del hermetismo habitual de Zarzuela y la obsesión por tener a Leonor y Sofía como en una especie de burbuja, da la sensación que el paso de la infanta por el internado de Gales donde está haciendo el bachillerato está siendo más entretenido que el de su predecesora, su hermana mayor Leonor. Quizás por el hecho de que una es princesa y heredera y la otra no, es como si la hija mayor de Felipe y Letizia hubiera tenido una estancia más responsable y la pequeña se ha soltado un poco más. Evidentemente, seguimos sin tener fotos ni imágenes de su paso por el UWC Atlantic College, no vaya a ser, y tanto de la una como de la otra nos tenemos que conformar con su llegada al centro. Pero de vez en cuando van surgiendo pequeñas dosis de informaciones sobre cómo le va a la infanta por allí, y qué hace con sus compañeros.
Sofía ya ha participado en una costumbre entre los estudiantes que empiezan, una acampada nocturna con sus compis: "caminar 20 km desde Porthcawl hasta Nash Point por el bonito camino de la costa de Gales. Navegaron por las espectaculares dunas de arena de Merthyr Mawr, cruzando el río Ogmore antes de dirigirse a su camping en Nash Point, acampar durante la noche y volver al campus al día siguiente". Es decir, que hicieron vivac y durmieron al raso en tiendas de campaña haciéndose confidencias. La infanta se encuentra en su salsa, a kilómetros de distancia de sus controladores padres y, como se suele decir, se apunta a un bombardeo. Y ahora el bombardeo ha llegado con un reto picante. Literalmente picante.
Revela el medio Monarquía confidencial que la hija pequeña de los reyes participó hace unos días en un reto junto con sus compañeros de internado. Un desafío que incluso, tiene un letrero promocional, ilustrado... por una calavera. Un cráneo abierto... y relleno. El Spicy Ramen Challenge.
Reúnen a diferentes alumnos en el comedor del centro y les hacen hacer un desafío, un reto que consiste, como su nombre indica, en comer ramen muy picante y ver la reacción. Van ingiriendo platos de fideos, de noodles, extremamente picantes, tan rápidamente como puedan y mientras los compañeros observan sus reacciones. Un plato típico de la gastronomía china, y posteriormente, alimento fundamental para los japoneses. Una prueba que seguro que hace remover a Letizia, que ya se sabe que con el tema de la comida, se pone las manos en la cabeza siempre que su marido o sus hijas se pasan de la raya o se pasan por el forro la dieta y el menú definido por ella. Los fideos y el ramen son sanos, y deliciosos, pero bañados en abundante picante... La infanta Sofía hace bien. Que haga lo que quiera en el internado de Gales y que se ponga hasta arriba de ramen picante... que después, cuando vuelva a Zarzuela, lo que la espera son cremas de acelgas, sanísimas, pero insípidas y aburridas.