El mes de agosto volverá a ser un nido de noticias de la Casa Real. Como si esta fuera su utilidad real: llenar la prensa rosa cuando los famosos hacen vacaciones. Felipe y Letizia pasarán por el aro de la estancia cada agosto en Marivent en Mallorca. Letizia no lo considera vacaciones, con la suegra y la prensa, pero este año la reina Sofía le ha hecho la mala jugada definitiva: convocar a toda la familia al mismo tiempo bajo el mismo techo. Solo quedan excluidos los dos yernos divorciados (Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin) y el patriarca exiliado a los Emiratos, aunque si Feijóo gana, Juan Carlos puede aparecer en cualquier momento, Felipe, Letizia y sus hijas se tendrán que comer la presencia en Palacio de Elena, Cristina y los seis primos Borbón de Leonor. La princesa tiene más primas, las tres Ortiz: Carla, Amanda y Erin Ortiz. Son hijas de las hermanas de Letizia: Telma y la difunta Erika. Pero estas tres no cuentan para la línea sucesoria. Los otros seis sí. Y todos quieren su momento de lucimiento, a costa del prestigio que ya solo conservan Leonor y Sofía.
Los primos se separan en tres grupos evidentes, los hijos de cada hermano, Felipe, Elena y Cristina. Está el pack Leonor y Sofía, son las intocables, protegidas por toda la arquitectura del Estado. Son la heredera y la suplente, el futuro de la Corona. Van solas, como siamesas y no hay una sola fotografía de las dos con sus primos desde hace muchos lustros. Letizia no quiere manzanas podridas cerca del cesto. Después hay un segundo grupo, al que Zarzuela llama despectivamente "los catalanas". Son los cuatro Urdangarin, Juan, Pablo, Miguel e Irene. Son los buenos niños, raritos, sin lucir privilegios en exceso, pero con el estigma del primer apellido, Urdangarin. Claro que el segundo apellido, Borbón, también está estigmatizado por el comisionista y defraudador Juan Carlos. Tampoco los quieren cerca. El tercer grupo es el peor, los holgazanes y viciosos, los Marichalar. Froilán y Victoria Federica, fumadores, consumidores de alcohol y otras sustancias, con escándalos, usuarios de tarjetas black, con malas caras a la prensa y a la madre, pésimos estudiantes y viviendo de no pegar sello. Ahora el digital Jaleos separa a los ocho primos por quién se lleva con quién.
Leonor tiene tirón a los Urdangarin, quizás la han ayudado a perfeccionar su catalán:"la Princesa de Asturias tiene más afinidad con los Urdangarin, ya que comparten intereses intelectuales y un estilo de vida más similar. Como Juan y Miguel, ella también ha experimentado lo que supone estudiar fuera de España, lejos de la familia, lo que les ha hecho madurar a todos y tener una visión diferente de la vida, al margen de su apellido". El digital está diciendo otra cosa: Leonor no soporta a los Marichalar. Ella tiene una vida dedicada al esfuerzo, a la contención, a estudiar idiomas, a ingresar en los tres ejércitos, mientras Froilán va a afters con cocaína rosa y saca billetes de 500 de la cartera para pagar. Froilán es un mini-Juan Carlos. Victoria Federica es la frívola dedicada a la dolce far niente, a las alfombras rojas y los photocalls y a promocionar marcas de champán francés o fabricantes de gafas, quienes pague mejor. En eso también es como el abuelo. Los Marichalar son los apestados de la cumbre de ocho primos.
El digital intenta hacer ver que Irene y Sofía también tienen afinidades con la chica Marichalar. Nada más lejos de la realidad. Sofía va internada en Gales e Irene hará los estudios de Hosteleria más complicados de Europa. Eso mientras Victoria Federica se pone pechos. Y Froilán vivo en Abu Dhabi por una razón, no ser residente fiscal en España y gestionar y heredar la fortuna de Juan Carlos sin declararla a Hacienda. Queda claro que de los tres grupos de primos hay uno que nadie quiere ni ver, los holgazanes y viciosos, los apestados, los Marichalar. La foto de Froilán abrazando por el cuello a Leonor mientras ella pone cara de asco será uno de los grandes momentos del verano.