Carlos III se está muriendo. Esta realidad se daba por hecha los últimos años de Isabel II pero Buckingham Palace siempre hace lo mismo: esconde la grave enfermedad de cada monarca hasta el último día, cuando anuncian que se ha muerto tranquilamente en la cama. Es mentira. Isabel II murió después de 2 años sufriendo como un animal su enfermedad. Escribe Pilar Eyre: "Tuvimos que esperar a que el que fue su primer ministro, Boris Johnson, publicaran sus memorias para enterarnos de la cruda realidad. Que los dos últimos años de vida de Isabel II habían sido un infierno, aquejada de mieloma, un cáncer de médula ósea muy doloroso, sobre todo en la ingle y la espalda, cosa que convertía sus noches en un auténtico calvario. Tenía que ocultar con guantes los morados de sus manos debidos a los goteros e inyecciones, estaba medio ciega y perdía peso de forma alarmant". De Isabel nos dijeron que murió plácidamente en la cama pero hacía 2 años que sufría un cáncer dolorosísimo. Con Carles están haciendo exactamente lo mismo, ocultando qué cáncer sufre y sin revelar que quizás no cumplirá los 77 años porque no llegará a noviembre, su aniversario. Esta es la cruda realidad, la salud del jefe del Estado es un secreto (de Estado) y si esconden qué tipo de cáncer es, evidentemente esconden cuánto le queda de vida. La respuesta es rápida: le queda poco. Una columna delicada pero contundente de la experta monárquica Pilar Eyre en Lecturas pone luz a la oscuridad.
Escribe Eyre:"Siempre vamos a recordar esa imagen bajo el arco de Auschwitz, muy pálido a pesar del maquillaje, con la boca pintada para disimular las llagas que provoca el tratamiento, con los ojos rojos, pero aguantando". Esta foto es muy simbólica, el rey de la Inglaterra bombardeada por los nazis, Carlos III, entrando en el campo de contentamiento de Auschwitz el lunes, el Día del Holocausto. Caminaba muy lentamente, no por la edad sino por la enfermedad. Hace muchos meses que Carlos no volaba fuera del Reino Unido por prescripción médica pero este viaje a Polonia era obligado. Todos los reyes de Europa han acudido como símbolo de la Europa unida contra el nazismo y el horror. Si hubiera faltado se habrían desatado las especulaciones. Pero Carlos, como Elisabeth, ha sacado fuerzas de donde no las hay y ha hecho el que probablemente será su último viaje internacional: a Polonia. Eyre lo ve para morirse este año:"El estado de salud de Carlos empeora día a día. corren rumores que el avance de su cáncer es imparable, cuando el otro día le preguntaron “¿Cómo está?”, respondió con amargura “todavía vivo”. No sabemos aún el tipo de tumor que tiene ni cuál es su tratamiento concreto o su pronóstico, fuera de algunos partes muy poco comprometedores. En ningún momento han hablado de “remisión”, como han hecho en el caso del carcinoma de su nuera".
Las pistas que Charles está fatal son muchas: "Todo puede cambiar de la noche a la mañana porque la enfermedad es imprevisible. Durante el viaje que hizo el rey a Australia, en noviembre, los médicos accedieron a regañadientes a interrumpir once días el tratamiento, pero el resultado fue un retroceso en su estado que hizo saltar las alarmas. Y a partir de entonces solo mantiene audiencias cortas, casi todas en su casa y muy medidas, aunque la proliferación de imágenes, la mayoría retocadas, nos hagan pensar que su actividad es incesante. En el mes de octubre, en unos días de bonanza, se sometió en Sandringham a una sesión de fotos muy completa con distintos atuendos para tener material inédito de archivo".
Los británicos son así, están preparando el álbum de fotos de Carlos III coronado para cuando muera tener imágenes para la BBC de su brevísimo reinado. 76 años y no queda claro que llegue a los 77. Dirán que se fue plácidamente como su madre. Y ahora sabemos qué cáncer sufría la reina: el más doloroso: cáncer de médula ósea.