Los últimos días, Felipe y Letizia han estado separados una vez más. A menudo, a lo largo del año, el matrimonio hace vida a la suya, el uno sin el otro, por motivos profesionales y de agenda. La asturiana, por ejemplo, acaba de viajar a Guatemala en visita de cooperación en aquel país, donde la hemos visto haciendo de Letizia más que nunca, sin dejar hablar a un vecino de la zona y cortándole de manera chapucera. El rey, mientras tanto, ha pasado olímpicamente de ir al 80 aniversario del desembarco de Normandía, para quedarse en España, en Segovia, inaugurando la fuente de Andrómeda del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, recuperada después de un proceso de restauración que ha durado tres años.
Un mes atrás, hace cuatro sábados, el Borbón también se las ingenió para salir de Zarzuela sin la compañía de su mujer. Una escapadita al centro de Madrid para ir de compras, entrando en algunas de las tiendas más exclusivas de la capital, y salir cargado de bolsas. Su presencia, aunque quiso ir de semi-incógnito, no pasó desapercibida, especialmente por la presencia de alguno de los escoltas que le suelen acompañar. Tal como explicó en exclusiva Vanitatis, el pasado sábado 11 de mayo, un "ilustre viandante se mezcló con el gentío en la zona más concurrida de la capital". Evidentemente, el ilustre viandante era Felipe, que "protagonizó una curiosa tarde de shopping, sin Letizia, en el centro de Madrid", aprovechando uno de los pocos sábados libres que tuvo el pasado mes. Estupor de los peatones y madrileños que reconocieron al monarca, con las calles llenas a petar.
¿Qué hacía allí el monarca, yendo de compras, un sábado de mayo, cuando el centro estaba a rebosar? Probablemente, cómo recordaban en la publicación, comprarle algún regalo a su mujer antes de que llegara una fecha especial, once días después, el 22 de mayo, cuando él y su mujer cumplieron 20 años de casados. ¿Una regalito para Letizia?: "quizá el objetivo de esta tarde de compras en solitario era conseguir el regalo ideal para su mujer. La pena es que no hemos podido saber si lo logró, ya que don Felipe sí llevaba alguna bolsa en la mano con sus adquisiciones, pero no se adivinaba lo que había en su interior". Ahora, la misma publicación ha sabido que sí, que efectivamente, en aquellas bolsas había, como mínimo un regalo para la reina. Un regalo que se le ha podido ver, precisamente, en su último viaje a Guatemala.
Justamente en estas imágenes se puede ver qué le ha regalado Felipe a su mujer, "podemos desvelar qué compró en una de las tiendas que visitó. Un regalo para doña Letizia que ella no ha dudado en lucirlo en su reciente viaje a Guatemala". ¿De qué se trata? De una blusa blanca de la marca Sepiia, que precisamente tienen una tienda en la calle Hortaleza que visitó al rey el pasado 11 de mayo: "no imaginábamos que un regalo sería tan práctico como para meterlo en una maleta caracterizada por la absoluta comodidad". Una blusa de manga larga y cuello camisero, que la asturiana llevaba junto con el chaleco rojo, cuando aterrizó caminando poco a poco por su lesión en el pie, y bajaba así del avión:
Zapatillas deportivas blancas, pantalones de color claro, chaleco de color rojo, y, como decíamos, la camisa blanca, regalo de su marido, que compró aquel fin de semana en Madrid, que ""conoce bien los gustos de su esposa y no solo no necesita plancha, sino que su tela tiene una nanotecnología que neutraliza el olor corporal y reduce las marcas de sudor". Una camisa que le costó 85 euros y que la tienen en tres colores. No fue la única pieza que compró allí, en la tienda Sepiia, "también hemos sabido que no solo compró esta prenda, sino varios productos de la firma, tanto para hombre como para mujer"... Esperemos que le regalara alguna cosa más que una camisa por una fecha tan señalada como es el 20.º aniversario de casados, y más, teniendo en cuenta que problemas de pasta, ellos, no tienen. Ahora la curiosidad está en saber qué le regaló ella a él.