Recientemente, ha salido a la luz un curioso detalle sobre la relación entre el rey Carlos III y Meghan Markle. Según informes, el monarca tenía un apodo especial para la esposa del príncipe Harry, que utilizaba en privado, lo que genera un gran interés entre los seguidores de la familia real británica. Hace unos años, las relaciones dentro de la realeza británica no eran como hoy en día. Recordemos que en 2018, el mundo se detuvo para presenciar una de las ceremonias más esperadas de la década: la boda de Harry y Meghan Markle. Este evento no solo marcó la unión de dos personas enamoradas, sino que también dio lugar a una serie de acontecimientos que cambiarían el rumbo de la familia del rey Carlos III.
La duquesa de Sussex se enfrentó a un intenso escrutinio mediático desde el inicio de su relación. La presión de los medios, sumada a las expectativas de la institución británica, creó un ambiente complicado que, con el tiempo, llevó a la pareja a tomar decisiones drásticas. El distanciamiento de los deberes reales y la mudanza a Estados Unidos fue un paso que generó un gran revuelo y se convirtió en uno de los momentos más polémicos de la Casa Real.
Entre los Sussex y los Windsor se intensificó la tensión con la famosa entrevista que la pareja concedió a Oprah Winfrey. Durante esta conversación, compartieron detalles íntimos, revelaron luchas personales y experiencias que habían permanecido ocultas. Declaraciones que no gustaron nada al rey, por lo que asombra reconocer actualmente el sobrenombre que le tenía a Meghan antes de toda la controversia.
Carlos III nombró a Meghan Markle como un curioso mineral
El apodo en cuestión es "Tungsteno", un término que, aunque puede parecer inusual, tiene un significado interesante. El tungsteno es un metal conocido por su dureza y resistencia, lo que podría interpretarse como una referencia a la fortaleza de carácter de Meghan. Esta denominación, que se utilizaba en un contexto más cercano, refleja una faceta menos formal de la relación entre el jefe de Estado y la que fuera actriz. La revelación de este apodo suscitó diversas reacciones. Algunos ven en él un indicio de la admiración que Carlos III podría haber sentido hacia Markle, mientras que otros lo interpretan como una forma de distanciamiento, dado el tumultuoso camino que ambos han recorrido desde que la joven se unió a la familia real.
“El príncipe Carlos admira a Meghan por su fuerza y la determinación que le da a Harry, quien necesita una figura de tungsteno en su vida, ya que puede ser un poco blando. Se ha convertido en un término cariñoso”, reconoció un informante del palacio citado por el periódico AS. Y es que, a pesar de los problemas que han surgido, el uso de un apodo en privado sugiere que, en algún momento, existió una conexión más personal entre ellos. “Tungsteno” es una pista que revela un aspecto interesante de la relación entre el rey Carlos III y Meghan Markle. Además, invita a reflexionar sobre las complejidades de la vida en la familia real.