La visita real a Holanda ha finalizado, dejando un rastro de anécdotas y situaciones insólitas que hacen las delicias de los lectores más fisgones. Letizia soñaba con el retorno a Madrid para poder poner los pies en alto en el Pabellón del Príncipe, residencia oficial de los monarcas, y aliviar la inflamación y el dolor de unos pies castigados por tacones de aguja infernales. Felipe también estará contento, tantos días de convivencia con su mujer son una novedad en el pasado más reciente: de no coincidir los fines de semana y con agendas laborales muy dispares, ahora se han tenido que soportar las 24 horas ante los anfitriones holandeses. Han acabado mejor de lo que empezaban, con aquella pelea en el aeródromo militar de Madrid. Incluso se ha visto algún gesto de cordialidad y afecto en público. Seguramente porque los estaban mirando, pero oiga, que también cuenta. Ah, sí: y los trajes de luto, sin tocar. Eso es un éxito.
Es probable que Felipe y Letizia tengan tiempo para leer la prensa durante su viaje de vuelta, y quizás se han encontrado con la entrevista a un famoso modelo y actor catalán, guapo entre los guapos, y de Tossa de Mar. Muchas pistas, seguro que ya saben que hablamos de Andrés Velencoso. La conversación gira en torno a la nueva faceta profesional de Andrés en una firma de moda internacional, dice que le va muy bien y que tiene muchos proyectos e ideas en la cabeza. Una de ellas, con el rey de España como protagonista. Le hace una propuesta que no podrá rechazar. O sí, según se lo tome el Borbón. Porque la frase en cuestión permite hacer volar la imaginación, y convertir un elogio en un fino sopapo. Todo está abierto.
Velencoso es de aquellos que 'no tiene abuela', que se vende como la última coca-cola del desierto. Le va bien con esta fórmula en todos los sentidos, personal, sentimental y profesionalmente. Con estas artes de oratoria, mete una cuña comercial para publicitar la marca que representa. Como Natalia Osona, influencer polémica hace unos días a la Feria de Abril de Sevilla, pero mejor. "Yo sueño mucho a nivel actoral y como director creativo. Por ejemplo, yo entiendo mucho de sastrería y hago ciertas recomendaciones en OOTO. Puede que ya esté encaminado a convertirme en diseñador... No sé. Pero tengo ideas en mente. Quiero hacer trajes para hombre con estilo. Como para Javier Rey. Hay mucha gente que tiene este perfil". Sí, otro rey, pero este con corona. Felipe VI, de quién insinúa que no viste bien… ¿O tan solo que puede mejorar? De acuerdo, lo reconocemos. Quizás nos pasamos de malpensados.
Todo parece encaminado a un ejercicio de exaltación de la figura del Borbón, pero el remate es cuando llegan las curvas complicadas. Dice Andrés que "al Rey Felipe yo lo veo con esta chaqueta náutica. Se vería bien con ella, en el Bribón ese. Es una buena idea. ¿A ti qué te parece?" Un momento: o se ha equivocado por desconocimiento de la flota real, o llamarle 'Bribón' al hijo de Juan Carlos tiene su coña. Andrés, el barco de Felipe es el Aifoos y no permite ni bromas ni rimas maliciosas. El letrero del casco no es un chiste, como el del emérito en Sanxenxo. Aunque mirándolo bien, responderemos a la pregunta: sí, es una buena idea. Compramos.