Una de las cosas más ridículas que hay en España es el tradicional posado estival de la familia real. Si antes ya lo era ver a Ana Obregón rebozándose en el agua de una playa estrenando bikini, pistoletazo de salida no oficial, pero sí oficioso del verano en los años 90, ahora lo es ver a Felipe, Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en Palma, cerca de Marivent, los cuatro juntitos y sonrisas Profidén, luciendo modelitos de colores llamativos, como el V.E.R.D.E de la heredera y el rosa Barbie de la reina, paseando por unos jardines.
Los jardines de Alfàbia, en las faldas de la Serra de Tramuntana, han sido el lugarescogido por los Borbones para hacer el paripé ante la prensa, el escenario del primer lugar de la familia real este verano en Mallorca, donde hemos podido constatar que la hija pequeña sigue creciendo y siendo más alta que su hermana mayor y que Letizia, aparte del vestido rosa, llevaba unas cuñas en los pies. Más cosas, ¿por qué han escogido las nueve de la noche para hacer acto de presencia y por qué han tardado tanto este año en hacer el posado? Mucha humedad, muchísimo calor y Felipe reconociendo a los compañeros de la prensa que "hemos tardado mucho en venir. No lo conocía, y mira que hemos estado en muchos lugares en estos últimos años. Es increíble lo bien conservado que está después de tantos siglos". Y Letizia, como siempre, dándoselas de periodista: "¿Y, vosotros, habíais estado antes?", les ha dicho a los reporteros.
Mucha cara sonriente, mucha falsa empatía con los medios, mucha supuesta complicidad especialmente, entre las hijas y la madre, muchos abrazos, mucho jijijaja, pero un detalle ha llamado la atención de poca gente que se ha fijado. Un detalle que hace tiempo que venimos observando en Felipe y que por lo que vemos, el monarca no pone remedio. Un detalle feo en su cara, concretamente en su boca. En el selfie que se hicieron los cuatro por la graduación de Leonor ya tuvimos claro que alguien le tendría que decir al Borbón que se arregle la dentadura, porque es muy desagradable verle los dientes torcidos, y sobre todo, sucios. Una mancha negra en uno de sus dientes, y no es la primera vez que se le ve. En el Salón del Automóvil de Barcelona de hace unos años, uno de los fotógrafos de ElNacional.cat pudo captar una imagen inédita: Felipe riéndose a carcajadas y luciendo unos dientes mal alineados, amarillentos y feos. Y la cosa sigue igual. Estas son las imágenes de entonces y de la graduación:
Y así está ahora en Palma. Fíjense en el incisivo izquierdo:
Los dientes de Felipe, comparados con los de Letizia, Leonor o Sofía, son un poema. Menos fotos de vacaciones en Palma y más visitas al dentista.