Ya lo dicen: los amigos, los familiares, se acaban reuniendo más en funerales que en cualquier otro sitio. Y de esto no se salva ni la Familia Real.

Desde junio de 2015, las relaciones entre Felipe VI y la infanta Cristina son -prácticamente- nulas, a raíz del caso Nóos, y sobre todo por la retirada del ducado de Palma efectuado por el Rey a su hermana.

Sólo se sabe de una opción de acercamiento entre ambos, ahora hace un mes y medio, que habría sido truncada por la reina Letizia.

En esta tesitura, parece que un funeral podrá hacer que los dos hermanos se reúnan. Se trata de la última tía que le quedaba viva a Juan Carlos I, Alicia de Borbón-Parma, duquesa de Calabria, que murió el pasado 28 de marzo a los 99 años. La difunta será enterrada en el panteón de los Borbón-Parma en Austria, su país natal, pero antes habrá un funeral en la capilla del Palacio Real (Madrid) el próximo 11 de mayo.

Los Reyes eméritos, el día siguiente de la muerte de Alicia de Borbón-Parma. EFE

La unión entre los Borbón y Grecia y los Borbón-Parma es evidente, y sin ir más lejos, Cristina y Urdangarin han pasado esta Semana Santa en la finca La Toledana -en Ciudad Real- propiedad del duque de Calabria.

Con esta situación, y ahora que -para bien o para mal- las aguas del caso Nóos están más calmadas, algunos medios prevén que el funeral de Alicia de Borbón-Parma pueda juntar a los reyes Felipe y Letizia con la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, exmiembros de la Casa Real, pero relacionados estrechamente con la familia de la desaparecida.

Cristina e Iñaki Urdangarin. EFE.

La respuesta a la incógnita, el próximo 11 de mayo.