La reina Letizia se encuentra en paradero desconocido disfrutando de las vacaciones después de las vacaciones. Probablemente sin su marido, que hace poco se supo que se sube por las paredes a menudo cuando su mujer se salta el protocolo. Mientras tanto, el rey Felipe se ha quedado unos días en Palma tras tomarse la foto del posado veraniego en Marivent. De hecho, allí ha coincidido con su padre, un Juan Carlos exultante después de volver a ganar un campeonato de vela con el Bribón en Finlandia. Padre e hijo se han reencontrado (curioso, ahora que Leti está fuera) y el actual monarca ha aprovechado para ir a cenar con unos amigos.
Felipe, el cantautor Jaume Anglada y una tercera persona, según el diario mallorquín Última hora, fueron vistos la noche del domingo en el restaurante Caballito de Mar de Sa Llotja. Llegaron hacia las diez de la noche rodeados de fuertes medidas de seguridad, con un gran número de agentes de paisano desplegados. ¿Qué cenaron, según el citado medio? Raviolis, navajas, pulpo a la gallega y cap roig con escórpora. El festín y la sobremesa se alargaron hasta la una y media de la madrugada, en uno de los reservados del local, en el primer piso. Desde la ventana, el monarca vio a un reportero gráfico y pidió a los escoltas marcharse por la puerta de atrás de la cocina, que da a un callejón.
Explica el fotógrafo que cuando fue hacia allí, hasta seis policías del rey lo rodearon para evitar que le tomara la foto. Después, pidió a los coches que cambiaran de posición mientras los agentes le pedían al periodista la documentación, al lado de una "nube de escoltas y entre roces y un leve forcejeo para impedir que tomara ninguna imagen". Sin embargo, quiso seguir al Borbón hacia el coche, pero quien entonces salió en su ayuda fue el chófer. "Felipe se introdujo en el vehículo sin despedirse prácticamente de sus amigos, pero mirando la escena en la que yo estaba envuelto". ¿Resultado final? "El único disparo con flash que pude hacer retrató las manos en movimiento de un escolta que quería tapar el objetivo".
Desde el medio lamentan comprobar en qué se ha convertido hoy en día la monarquía española: "Es imposible captar una imagen si hay un solo fotógrafo en el lugar donde se encuentre el Rey o la Reina. No quieren que se consiga ninguna exclusiva a su costa".