La tragedia del suicidio vuelve a impactar a la Casa Real 15 años después de que Érika Ortiz, hermana de la reina y madre de Carla Vigo, acabara con su vida. Zarzuela está conmocionada. El jueves pasado saltaba la noticia: un guardia civil había aparecido muerto a su casa en Villanueva del Pardillo, Madrid. La causa no ofrecía ningún tipo de dudas: se había quitado la vida disparándose en la cabeza con su arma reglamentaria. Los vecinos del agente oyeron la detonación y avisaron a emergencias. Los sanitarios, sin embargo, no pudieron hacer nada para salvarlo.

La noticia, triste por sí misma, se producía en una semana especialmente movida en los cuerpos de seguridad: otra agente de la Benemérita asesinaba a sus dos hijas de corta edad. Un crimen horripilante, y que tenía el agravante de haber sido cometido por una uniformada que hacía tareas contra la violencia de género. También un policía nacional murió en unos juzgados por un accidente con su pistola. Fue un jueves negro. En cuanto al primer caso del que hablábamos, fue una de las asociaciones de guardias civiles la que explicaba el hecho luctuoso a través de Twitter.

Felipe conmocionado, se suicida un escolta que sentía mucha presión por proteger al rey

¿Por qué decimos que la Casa Real está en shock por la muerte del agente de 25 años? Porque formaba parte del equipo de escoltas de la corona y, concretamente, de los servicios de seguridad del propio Felipe VI. Uno de los miembros que acompañaban habitualmente al rey en sus actos públicos, la relación era estrecha. Informan de que la tristeza se ha apoderado del monarca, debido al trato próximo que existía entre ambas partes. El digital Monarquía Confidencial ofrece más detalles sobre el caso, ofreciendo un perfil del fallecido. El hombre había manifestado que no estaba satisfecho profesionalmente y que sentía una presión difícilmente soportable haciendo las tareas de guardaespaldas del Jefe del Estado. Nadie, sin embargo, podía imaginar que llegara a este extremo tan drástico, sobre todo tratándose de un joven con toda la vida por delante.

Felipe VI, impactado / Europa Press

El escolta estaba en trámites de separación de su pareja; los amigos hacen un reproche a la Guardia Civil

Otro de los detalles que ponen luz en esta historia ha sido la situación sentimental del escolta. Había empezado el proceso de separación de su pareja, un hecho que seguramente ha influido en el trágico desenlace. Un cóctel explosivo en un caso claro de problemas de salud mental, muy extendido entre las fuerzas de seguridad. Los compañeros del muerto lamentan su pérdida; los amigos, sin embargo, reprochan que no se esté haciendo un trabajo efectivo para prevenir el suicidio entre policías y guardias civiles. Una lacra invisibilizada, pero con un goteo incesante: según el digital, "cada 20 días un policía o un guardia civil se quita la vida en España. En 2021 se suicidaron 17 agentes de la Policía Nacional y otros 17 guardias civiles, un 54% más que en el año anterior". En el caso de los agentes que cumplen sus servicios en la Casa Real, eso sí, la situación parece inédita.

Felipe y Letizia con escoltas / Europa Press

Descanse en paz.