Los gastos ordinarios de Zarzuela superan los 8 millones de euros (los millones en Suiza no computan). Entre los centenares de empleados está el community manager, el encargado de llevar las redes sociales del monarca. Esta pandemia lo ha tenido fácil, cada día la misma plantilla: "El rey se ha reunido vía telemática con la asociación de... para manifestar su apoyo". Fotos de los reyes con cara de "Qué me está usted contando" y así pretenden tapar el escándalo judicial de la familia.
La cuenta oficial de Casa Real tiene 1 millón de seguidores pero comentan cada tuit unas 15 personas para decir "Olé Majestad, Viva el Rey, España una ...". Pero el último tuit tiene más de 500 comentarios, que son muchos. La razón es bien sencilla, la Corona escupe una vez más a los centenares de miles de animalistas que luchan en España por la abolición de la tauromaquia. El rey nunca se ha reunido con el Partido Animalista sino que prefiere dar apoyo al mundo del toreo:
Toda la Familia Real unida por el amor a la tortura animal. Cada foto de los reyes con los niños mirando un toro desangrándose hasta morir es una puñalada en el corazón de millones de personas. Pero Zarzuela está llena de ultraderechistas y lo que es más peligroso, de indocumentados. El día que cierra Nissan en lugar de llamar a los japoneses por intermediar, llama a los de los toros. No prever que el tuit ofendería es una muestra de la estulticia reinante en Zarzuela:
En aquella familia sólo Sofía tiene sensibilidad animalista. En la foto no se distingue quién mira con más cara de asco el otro: si Felipe al toro o el toro a Felipe.