Esta semana el rey Felipe VI ha tenido una agenda muy apretada. No está acostumbrado a tener tanto trabajo, pero la obligada ronda de contactos con los representantes de los diferentes partidos antes de la investidura de Pedro Sánchez ha hecho que el monarca, entre otras cosas, tuviera que dar la mano una y otra vez a los políticos que fueron a hablar con él a Zarzuela.
Por mucho que sonría, ver la mariposa amarilla que llevaba Laura Borràs seguro que lo sacó de quicio. Pero para eso estaban para compensar personajes como Santiago Abascal, que aparte de bajar la cabeza con servilismo, le hizo un peculiar apretón de manos, más informal, tipo cosquillas, con el dedo índice tocando la muñeca del monarca.
Pero fíjense en un detalle que a primera vista pasó inadvertido, pero no así para la red, que se queda con cualquier detalle y se abona. Dos tiritas en los dedos meñique y en el anular.
En la realeza británica, Kate Middleton acostumbra a llevar a menudo en las manos, según parece, por su pasión por la jardinería. Pero no consta que a Felipe le guste ir recortando las ramitas de un bonsai como a Felipe González. En todo caso, le gusta recortar libertades, pero eso no deja señales sangrantes en sus manos reales. Sea como sea, ver estos dos apósitos ha desatado la imaginación de la red. Zarzuela no ha dicho qué le ha pasado. Pero no hace falta:
Hacen falta muchas tiritas para cicatrizar la imagen de una Corona que va a la deriva.