Las anécdotas sobre las comidas y la Casa Real se siguen sucediendo sin parar. Letizia es la mandamás de La Zarzuela en cuanto a vicios y comidas alimentarias y allí es La Reina quien lleva la voz cantante. Felipe VI ni pincha ni corta: la hija de Paloma Rocasolano hace y deshace como le da la gana, por lo que no permite entrar según qué alimentos en las instalaciones de La Zarzuela y tampoco en los aledaños del Palacio Real.
Ante esto, Felipe tiene dos opciones: acatar o desobedecer, pero siempre ha optado por la primera. Sabe que tiene que dar ejemplo como marido y como padre y que consumir según qué alimentos como el azúcar, las frituras o el alcohol no está bien visto. Los panetes de Jaén, así como los buñuelos de calabaza, son los dos platos prohibidos en la Casa de Su Majestad El Rey, entre otros. Leti incluso ha llegado a tomar decisiones como las de no comprar tartas de cumpleaños cuando alguien de los Borbones cumple años. Cuando, por ejemplo, es el aniversario de Leonor o Sofía, es ella misma la que se pone el mono de trabajo y prepara las delicias en forma de tarta sin azúcares refinados y sin harinas integrales. Tal y como cuentan en Mui Kitchen, la mujer de Felipe no permite que estos dos componentes entren en su dieta Perricone, por lo que no se fía un pelo de las pastelerías. Ahora, sin embargo, nos alejamos de la repostería y pasamos a las copas...
Ahí sí que Letizia no puede decir ni mú. Cuando el monarca de España se va fuera de la Zarzuela a tomar algo con sus amigos (como puede ser el caso de Pedro López-Quesada y Beltrán Gómez-Acebo), él es libre culinariamente hablando. Puede hacer lo que quiera, pero, por responsabilidad, siempre mantiene el oremus. Eso sí, cuando le apetece se da un lujo: tomarse un gintonic en un bar-restaurante como los conocidos La Bicicleta Café, El Rincón, el Gumbo, La Gastro o el Café de la Luz. Y es que esta es su bebida de noche preferida. Fresquito, con ginebra top... ¿y con cardomomo? Buenísimo.
Felipe no votó ayer
Los Reyes de España no tienen como tal prohibido votar, pero sí que está muy mal visto. Es por eso que ayer, Felipe y Letizia, Sus Majestades Los Reyes de España, no fueron a votar y se quedaron en el Palacio de La Zarzuela esperando a ver los resultados por la televisión. Don Felipe, que se recuerda, solo ha votado en dos ocasiones: una cuando estaba soltero, en el referéndum del 86 (curiosamente lo hizo por correo) y otra en el Referéndum sobre el Tratado para la Constitución Europea, donde también aprovechó Letizia para ir a votar. Hoy, después de la hecatombe electoral del PSOE, El Rey ha sido informado por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del adelanto electoral. Tampoco volverá a votar.