Zarzuela tiene un plan perfecto: publicar todos los secretos más oscuros del rey emérito para que el ruido tape los secretos del rey Felipe. Una vieja estrategia reputacional: sacrificar una parte para esconder otra más valiosa. Toda la poderosa maquinaria monárquica y del Estado reconoce los escándalos de Corinna, Abu Dhabi, y el fraude fiscal. Toda la porquería de Juan Carlos en portada. El padre sacrificado y Felipe santificado. La táctica real tiene una vía de agua: los periodistas que todavía publican lo que no es oficial, como Pilar Eyre y Jaime Peñafiel.

Felipe se duerme de pie, GTRES

Felipe sufre dos enfermedades raras y la Corona nunca las ha explicado: onicofagia y narcolepsia. Tienen nombres raros pero se entienden perfectamente. Onicofagia: hábito de comerse las uñas compulsivamente que comporta problemas a los dientes, deformaciones en la cutícula, verrugas e infecciones. Cada vez son más habituales imágenes del jefe del Estado en recepciones oficiales y dedos llenos de tiritas o directamente las manos sangrando. Muy inapropiado, y lo peor, muy silenciado:

Felipe con tiritas en los dedos y manos sangrando, EFE

Jaime Peñafiel ha abordado en su columna semanal en el digital República.com la segunda enfermedad minoritaria del rey: Narcolepsia. No es autolesión como lo de las manos pero también es preocupante tratándose de alguien que pilota desde coches a aviones del ejército cuando hacía de soldado. El cronista lo reveló en un libro: "Era un niño malcriado, flojo en sus estudios, con faltas de asistencia y puntualidad y déspota. Con un grave problema añadido: el sueño. Su pubertad le provocaba cierta vagancia, somnolencia y falta de interés general. Se quedaba dormido hasta de pie. Si estaba sentado, Felipe se dormía. Padece narcolepsia".

Felipe ojos cerrados en un acto militar, GTRES

Peñafiel escribe ahora en el digital sobre el 23-F cuando su padre obligó al joven príncipe a presenciar todo lo que se cocía en Zarzuela durante el golpe de Estado: "¡¡Felipe, no te duermas!!! le gritó. La explicación, independiente de su edad y de que se aburriera, es que Felipe estaba pasando una mala racha, como consecuencia de su crecimiento: se quedaba dormido hasta de pie. Me extraña que el equipo médico de la Casa Real no se ocupara jamás de este problema de narcolepsia o sueño sin previo aviso". Los médicos no es que no lo trataran. Es que no informaron. Como lo de autolesionarse, la sangre en las manos, las tiritas, las tarjetas black o los millones robados.