Diez días después de su huida, el Gobierno y la Casa Real siguen escondiendo a los ciudadanos el paradero de Juan Carlos. Pero mientras ellos guardan silencio, se multiplican las hipótesis sobre el lugar donde se encuentra el rey emérito. En esta semana y media que hace que se escapó de España, varios medios de comunicación han especulado que podía estar en Estoril, la República Dominicana o Nueva Zelanda. Hasta que finalmente fue cazado en Abu Dabi antes del fin de semana. Parece que el exmonarca se refugia en un hotel lujoso de la capital de los Emiratos Árabes. Y no está solo, afirma la cronista real Pilar Eyre. Según la periodista barcelonesa, el padre de Felipe VI se ha marchado con su amante.
Eyre asegura este miércoles en la revista Lecturas, de fuentes próximas al emérito, que si ha viajado a Abu Dabi es porque "necesita privacidad, discreción y tranquilidad". Acorralado por sus propios escándalos de corrupción, Juan Carlos quiere estar apartado de los focos. "Este blindaje solo se lo puede garantizar un monarca absoluto como son los jeques de los Emiratos Árabes en general, y el de Abu Dabi en concreto, que es su hermano", escribe la articulista. Y añade que está pendiente de una cirugía, "una intervención leve para corregir la última operación que se le realizó en España, que no tuvo los resultados apetecidos". El caso es que la última intervención quirúrgica conocida del Borbón es la operación a corazón abierto que le hicieron en verano del 2019, pero Eyre insinúa que "Abu Dabi es puntero en cirugía estética". ¿Juan Carlos tiene que pasar por el quirófano por una nueva operación del corazón o para una cirugía plástica? Sea como sea, la escritora revela que él querría volver cuando se recupere de la intervención.
Pero una cosa es lo que Juan Carlos quisiera y la otra lo que pueda acabar pasando realmente. Como hizo su abuelo Alfonso XIII cuando se marchó definitivamente al exilio, después de la proclamación de la Segunda República, en el año 1931, Eyre asegura que el rey emérito también se ha llevado tan sólo dos maletas: "Lo mismo que hizo su abuelo hace noventa años cuando partió al exilio". Al abuelo lo acompañó a su mujer, Victòria Eugènia de Battenberg. En cambio Sofía se ha quedado en la Zarzuela mientras su marido decidía irse. "¡Pero el rey no está solo!", destapa la periodista. "Su fiel amiga desde hace cuarenta años, la que todo se lo perdona, la que no le falla nunca, lo acompaña, lo reconforta, lo escucha, lo consuela… Cada mañana le lee lo que dicen los periódicos y ella vierte en su oído el dulce bálsamo de sus sinceras palabras de consuelo. Lo que más le molesta al rey no es el recuento de sus aventuras sentimentales, eso le puede hacer hasta gracia, sino las acusaciones de corrupción ¡Eso sí le duele! Su amiga, que ha sacrificado por él su crucero veraniego en el Zenobia, estará siempre ahí, y para ella son sus primeras palabras del día y también las últimas: Buenas noches, darling. Ellos sí han vivido una gran historia de amor y afrontan su futuro cogidos de la mano".
Aún existen multitud de dudas sobre la huida de Juan Carlos. Interrogantes como si piensa acudir ante la justicia si un juez se lo pide, o quién paga su estancia fuera de España. El ministro Grande-Marlaska resolvió una de estas incógnitas el pasado lunez, cuando reveló que la seguridad del emérito en el extranjero va a cargo de las arcas públicas. Ahora Eyre asegura que el exmonarca está con una mujer con la que mantiene una relación sentimental desde hace cuatro décadas, y contribuye al planteamiento de una nueva pregunta: ¿quién es la amante desconocida del rey Juan Carlos?