La situación de Juan Carlos es insostenible. Las filtraciones de algunos medios internacionales, sobre los escándalos de corrupción vinculados a su reinado, han colocado al rey emérito español entre la espada y la pared. En medio del mar de informaciones que aseguran que el domingo habrá un comunicado oficial de Zarzuela, por el que Felipe podría desterrar o enviar al exilio a su propio padre, el exmonarca está tranquilo y pasa de todo. Como aquel que se cree impune, esta semana ha hecho sus planes, sin pensar en el qué dirán, por más indignantes que sean. Una vez más, la cronista real Pilar Eyre lo desenmascara: se ha marchado de caza.
Igual que la vez que lo pillaron con su amante Corinna en Botsuana disparando elefantes, esta vez Juan Carlos se evade de las críticas matando jabalíes. Según Eyre, así es como el exrey se divirtió y pasó las horas el pasado jueves. Es de sobra conocido por los ciudadanos que el Borbón disfruta matando animales. Incontables fotos con leopardos o búfalos abatidos tiroteados son la prueba. También las imágenes de él mismo empuñando un arma desde bien jovencito.
Si la Zarzuela tiene que exiliarlo, que le retire también la licencia de armas. Por el bien del planeta. Este hombre es capaz de acabar con cualquier especie allí donde vaya.