Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha vuelto a sacudir el árbol de Juan Carlos I i la fruta podrida se amontona. Los detalles de la historia de amor entre ambos causan estupor y vergüenza, y la actitud del exjefe del estado todavía más. Como que le propuso casarse con ella mientras todavía estaba con Sofía. El matrimonio no se materializó, a pesar de contar con petición solemne de mano al padre de la alemana. La relación era tan fuerte que el Borbón era como un padre para Alexander, hijo de Corinna, e incluso construyó una mansión familiar a sólo 20 kilómetros de Zarzuela y de su esposa. Una residencia carísima y reformada al gusto de Larssen, pagada, como siempre, con dinero ajeno: el de Patrimonio Nacional.
Corinna con Juan Carlos cena EP
La Angorrilla, casa familiar de Juan Carlos y Corinna T5
La Angorrilla es el nombre de esta finca en la montaña de El Pardo, donde se situaba un refugio forestal muy estimado por Juan Carlos. Ordenó reformarla en una lujosa fortaleza agreste de dos millones de euros en 2008 con dos piscinas, todas las comodidades y un muro gigante por evitar curiosos. Según explica Lecturas, su seguridad y vigilancia había sido encargada directamente al CNI y la Guardia Civil, al caso de las aventuras de Juan Carlos y que llamaban 'Ingrid' a la alemana para no levantar sospechas. En aquel "nido de amor" se vio al hijo de la comisionista montando en motocicleta. Postales familiares de un hombre con varias vidas paralelas, todas ellas a espaldas de una ciudadanía que le pagaba la fiesta.
La Angorrilla, la impresionante finca que fue el 'nido de amor' del rey Juan Carlos y Corinna junto a Zarzuela https://t.co/WxJKwlvG7g pic.twitter.com/uwCfejWeCj
— Lecturas (@Lecturas) Augusto 22, 2020
Corinna e hijo Alexander GTRES
Corinna y Juan Carlos beso GTRES
Juan Carlos con Corinna y su hijo BBC
Corinna ha explicado que la relación se rompió un año después de forma cruel por parte de Juan Carlos: con el padre fallecido de cáncer, la dejó porque tenía otra relación extramatrimonial con una mujer desde hacía tres años. Peñafiel asegura que se trata de la valenciana Sol Bacharach. Después intentaría volver desesperadamente con ella, pero ya era tarde. Corinna y el niño habían volado del exclusivo nido para siempre.