Mientras los poderes del estado hacen lo imposible por mirar que la basura de Juan Carlos no salpique a su hijo Felipe, continúa el goteo de informaciones sobre el emérito y su jeta mayúscula y de rebote, crece la indignación de una sociedad que ve como el rey que iba por la vida vanagloriándose de campechano, en realidad era un ser despreciable que se llenaba los bolsillos de un país que, precisamente, no iba sobrado.

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La última información la aporta El Confidencial. Y ha generado una ira y una impotencia considerables en los contribuyentes. ¿Saben cuánta pasta mensual retiró Juan Carlos de la cuenta suiza donde supuestamente escondió los millones procedentes de Arabia Saudí? 125.000 euros al mes. Durante cuatro años (del 2008 en el 2012). Peccata minuta. ¿Y saben a qué destinaba las muy habituales retiradas de dinero? A sufragar gastos no declarados de toda la familia real: "Los billetes eran usados por el conjunto de los miembros de Zarzuela para pagar regalos, viajes, consumiciones y otros caprichos". Ver la palabra caprichos asociada a los Borbones genera frustración e impotencia. Y rabia máxima.

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Explica el citado medio que entre los movimientos de las cuentas, además de pagar a los gestores con nombre de personajes de novela de Dan Brown, como ha definido muy bien Jordi Basté, Arturo Fasana y Dante Canonica, también se observan diferentes retiradas de cash para "gastos personales que no fueron declarados a la Hacienda española". Por no hablar de un ingreso, una transferencia del rey de Baréin de cerca de 1,4 millones. El Confidencial hace números y aporta una cifra: sólo el año 2010, Juancar retiró 1,5 millones de euros "opacos, o lo que es igual, 125.000 euros en cash al mes, una cantidad similar a los 140.000 euros de dotación que tuvo asignados en los Presupuestos de 2010 para todo ese año". VERGÜENZA. Y una duda: ¿realmente Felipe se mamaba el dedo y no sabía nada? Esta es la monarquía española...