No son tiempos fáciles para la Casa Real. Mientras Letizia es examinada al detalle y muy criticada por sus arriesgados outfits, el rey Felipe VI no convence al no hacer demasiado para interceder en el conflicto catalán. La reina Sofía, por su parte, olvida las infidelidades de su marido -y el poco caso de que le hace- yendo de compras con sus cuñadas. ¿Y el rey emérito?
Juan Carlos I ha vuelto a la vida pública recientemente, reanudando la agenda oficial y presidiendo dos actos con su mujer. Ante los flashes se han mostrado de lo más sonrientes, compartiendo confidencias al oído y miradas presuntamente cómplices. Ahora bien, el malestar existente en su matrimonio seguiría bien presente.
Cuando el emérito se encuentra en Bahréin haciendo una visita cultural, se ha empezado a hablar de su cumpleaños. De hecho, la celebración se estaría convirtiendo en un quebradero de cabeza para la familia. Quedan pocas semanas para que haga 80 años, un cambio de década muy especial. Es por eso que el emérito querría celebrarlo con una gran fiesta, un deseo que no compartiría su hijo. La periodista Pilar Eyre hace tiempo que va avisando: su aniversario provocará un terremoto.
Todo vendría a raíz del deseo de Juan Carlos de recibir un homenaje, conmemorándose en España su cumpleaños con una celebración oficial. Pero Felipe, consciente de la situación que se está viviendo y que la Familia Real está más en entredicho que nunca, no querría organizarlo.
El rey Felipe, de hecho, querría mantener la tónica de los últimos tiempos, celebrando los aniversarios en la más estricta intimidad. Así lo hicieron con el de la reina Sofía, Letizia y el de la pequeña Leonor, de los que todavía no se sabe como lo celebraron.
Al no ponerse de acuerdo, podría darse el caso de que Juan Carlos I se marchara al extranjero para hacer allí una fiesta con sus amigos. La pregunta es... ¿lo hará acompañado de la reina Sofía o su matrimonio sigue haciendo aguas?