Cuando Juan Carlos anunció el 27 de mayo su retirada de la vida pública, se olvidó de explicar que sólo se jubila de las actividades institucionales que no le gustan. El día de su adiós, el 2 de junio, el emérito presidió una corrida de toros en Aranjuez; y ayer domingo, tan sólo una semana después, Juan Carlos quiso estar presente en la final de Roland Garros en París. Con él, su hija Elena. El monarca se retira pero sólo a medias. Y eso genera dudas: ¿quién le paga la fiesta a Juan Carlos, ahora que ya no representa a nadie?

EFE

Eso mismo es lo que se pregunta la periodista Pilar Eyre. Si el rey emérito está jubilado y ya no hace ninguna tarea de representación del Estado, el viaje de este fin de semana a París con la infanta se lo tendría que pagar él mismo, con el dinero de su propio bolsillo. ¿Pero realmente ha sido así? ¿El monarca viaja todavía con el avión de los Borbones o paga los billetes de una aerolínea regular? La cronista real catalana lanza la pregunta y recuerda: "Juan Carlos puede ir dónde quiera, pero no creo que pueda utilizar el avión oficial".

Juan Carlos ha abandonado el trabajo y se dedica, por fin, a vivir a cuerpo de rey. ¿Pero lo hace con el dinero de los contribuyentes, para no perder la costumbre?