Ya hace un mes y medio que el rey Juan Carlos se fue a por tabaco y no volvió. La poca vergüenza del emérito huyendo con el rabo entre las piernas a la que vio que la basura la salpicaba por todas partes es de las que hacen época. Se largó con alevosía y nada más se ha sabido desde que hizo las maletas y escondió la cabeza bajo tierra como los avestruzes ya hace casi 50 días. Bajo tierra o en un paraíso de lujo.
Pero lo que son las cosas, según parece, el fugado podría volver a España mucho antes de lo que parece. Según ha revelado Carlos Herrera, gran amigo del emérito, Juan Carlos estaría preparando ya su retorno al país, abandonando el hotel de Abu Dhabi donde está. Un retorno que algunos sitúan en una fecha muy patriótica, por los alrededores del 12 de octubre, y en vuelo regular. Fuentes próximas al monarca indican, según explica El Español, que el rey "echa mucho de menos su país y se aburre soberanamente en Abu Dhabi". Pobrecito Juancar. Se ve que la suite presidencial del hotel más lujoso de Abu Dhabi se le hace pequeña. Y que el complejo con bahía natural privada y playa de más de un kilómetro le molesta. Que la suite de 680 metros cuadrados a más de 12.000 euros la noche, llena de mármol, oro y tapices es como una pequeña prisión. Que tanto le da al mayordomo que tiene a su servicio 24 horas al día. Que los 14 restaurantes, famosos por su champagne y caviar, no lo alimentan lo suficiente. Que.... Mejor no seguir.
Juan Carlos dice que el tercer hotel más caro del mundo no es como la España de sus amores y que echa de menos navegar por Sanxenxo. "Se encuentra muy solo en Abu Dabi. Por mucho lujo que tengas, si estás solo te aburres, es deprimente. Juan Carlos ha viajado acompañado por su equipo de tres policías de seguridad y ya, nadie más. Así que se encuentra muy solo y sin mucha cosa que hacer", dicen fuentes próximas al citado medio. ¿Qué dicen que hace el padre de Felipe todo este tiempo? "Pasa el día en sus habitaciones y en el gimnasio. Su rutina en Abu Dabi es sencilla y no hace nada distinto a lo que hacía en sus últimos tiempos en Zarzuela, cuando la pandemia le obligó a quedarse dentro del reciento y su soledad se hizo más patente que nunca".
El poeta Rubén Darío escribió que la princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa? No sabemos qué le pasaba a la princesa, pero sí sabemos qué tiene el rey Juan Carlos: unos borbones que se los pisa. Y los palmeros irle bailando el agua hablando de que es deprimente. Miserables.