Que Juan Carlos tiene incontinencia braguetera, es un hecho que a estas horas nadie se atreve a desmentir. La sombra de la infidelidad encima de la cabeza de Sofía ya tiene el tamaño del palacio de la Zarzuela, y nos quedamos cortos. Las supuestas amantes y examantes van a la orden del día y cuando no es Corinna, es Barbara Rey o cualquier otra amiga íntima que salga a la luz o continúe en el anonimato.
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Felipe parece, de momento, estar más tranquilo que su padre, pero tradicionalmente, la familia de los Borbones ha tenido un nivel de obsesión por el sexo que no ha pasado desapercibido a los cronistas reales. Ahora, el diario El Español recuerda a los antepasados más próximos de Juan Carlos y habla de una herencia no sólo de sangre azul, sino también de testosterona. Un abuelo, unos bisabuelos y unos tatarabuelos que todavía eran más activos que el rey emérito a la hora de dejar escapar su 'corona'. De casta le viene al galgo.
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A menudo se ha hablado de la vida llena de promiscuidades del abuelo del rey, Alfonso XIII, que tuvo un gran número de amantes, mantuvo relaciones extramatrimoniales y tuvo diferentes hijos ilegítimos y fue un gran aficionado a la pornografía, haciéndose rodar películas subidas de tono para su uso personal que miraba al lado de sus amantes. Filmes con tramas casposas protagonizadas por jovencitas y por hombres en el papel de sacerdotes, militares o médicos.
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Alfonso XII, bisabuelo de Juan Carlos, a pesar de morir prematuramente a los 27 años también tenía picores en la entrepierna con mucha frecuencia, pero quien se lleva la palma eran sus padres, los tatarabuelos del actual rey emérito. Isabel II de España y Francisco de Asís.
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Aunque no se descarta que el padre biológico de Alfonso XII no fuera él, sino un aristócrata valenciano. La reina fue famosa por sus continuadas infidelidades y tuvo mucha fama de promiscua, atribuyéndole más de doce amantes fijos. De Asís no se quedaba atrás: notorias eran sus huidas de palacio para reunirse con el aristócrata Antonio Ramos y hacer volar la imaginación.
Los Borbones en pelota
Los Borbones en pelota
De hecho, famosas son las láminas satíricas que se hicieron de ellos, 89 escenas de sexo dibujadas y recopiladas bajo el título de Los Borbones en pelota. Unos dibujos subidos de tono que se atribuyen a los hermanos Bécquer. Gustavo Adolfo y Valeriano, si hubieran vivido en época de Juan Carlos, se hubieran puesto las botas haciendo láminas sobre sus aventuras sexuales.