El "traje" ha sido de los que hacen época. Una época que ha llegado a su fin, con la retirada de la "vida pública" de Juan Carlos I, hecho que ha desatado opiniones de todos los colores entre los periodistas que siguen la actualidad de la Corona española. Y una que siempre resulta interesante y documentada es la de Pilar Eyre, que ha pasado por el plató de Tot es mou en TV3, donde ha dejado por los suelos al matrimonio del Borbón con Sofía de Grecia. "El Rey odia a la Reina. "Me da urticaria", dice asus más allegados". Que la relación de pareja nunca ha sido idílica era bien sabido, pero quizás no tanto la feroz animadversión entre todos dos.
Eyre hacía esta revelación tras descubrirnos una fotografía muy elocuente: La de Sofía acompañando a su hermano Constantino durante la celebración de su 79 cumpleaños, y que fue tomada la misma tarde en la que Juancar disfrutaba de su pasatiempo favorito, los toros, ahora ya como "hombre libre".
Los dos "solo se hablan por secretaria", y eso de pasar un día, una tarde o un ratito juntos les supone un esfuerzo titánico. La escritora añadía la descripción que hace la Reina de su marido: "Lo único que hace es ver la tele y hablar con sus amigos por teléfono. Claro, ¿quién le va a colgar el teléfono al Rey?" Es imposible no imaginarse la imagen del monarca, al sofá de casa y en pijama, siguiendo, por ejemplo, el Sálvame o Supervivientes. Un hombre solo, abandonado, "una piltrafa", "un cero en la izquierda", como explicaba Pilar.
Bien, eso de que Juan Carlos está solo y abandonado son sólo cosas del presente, ya que la lista de amantes del monarca es de escándalo: Más de 1.500 (supuestas) aventuras le contemplan. Incluso, la mismísima Pilar, según una revista italiana que confundió a la periodista con una de sus "amigas". La relación amorosa nunca existió, y tampoco se puede intuir que tengan una buena sintonía personal. La mejor prueba es lo que ha dicho irónicamente la periodista, al hablar del libro que está preparando sobre el Borbón, y que a buen seguro nos descubrirá más secretos... bien oscuros: "Miraré debajo del coche al salir de casa".