Después de unos días en familia y de muchos actos institucionales, los reyes y sus hijas están a punto de empezar las vacaciones de verano. Evidentemente, en Palma, en Marivent, donde se reunirán con la reina emérita y su hermana, Irene. Difícilmente veremos también al mismo tiempo a las hermanas de Felipe, las infantas Elena y Cristina, y mucho menos a los hijos de estas, compartiendo mesa y tiempo libre con la princesa Leonor y la infanta Sofía. La hija mayor de los monarcas, sin embargo, ya vuela sola, y buena parte de sus vacaciones de verano las pasará con compañeros cadetes de la academia de Zaragoza, con los que se va unos días de fiesta, probablemente al Cabo de Palos, Cartagena. Y tampoco tenemos que olvidar la escapada que hacen Letizia y sus hijas a un destino secreto.
Sea como sea, quien seguro que no estará en Palma es Juan Carlos. Desde que le dieron la patada, ni está, ni se lo espera ni es bienvenido a las reuniones familiares. Para no querer ni verlo, ni siquiera disimularon recientemente cuando el emérito estaba en Sanxenxo y Leonor fue hacia Galicia con sus padres un día después. Órdenes estrictas de que se marchara cuanto antes de España y volviera a Abu Dhabi, Ginebra o donde sea, menos en España cerca de la familia real, que continúa empeñada en que no se les vea juntos. Especialmente, tanto Felipe como sobre todo Letizia, no quieren que haya ninguna imagen del yayo al lado de su nieta y futura reina del país.
Ha llovido mucho desde que Juan Carlos compartió ratos con su nieta, pero el emérito quiere poner fin a esto. Por eso está dispuesto a todo con tal de que le permitan volver a tener contacto. Según Monarquía Confidencial, Juan Carlos está hasta el gorro de que después de pedir regularmente asistir a diferentes actos para estar cerca de la princesa, como la jura de bandera o los actos por el décimo aniversario de Felipe como monarca. Cada vez que lo ha intentado ha recibido un 'No' por respuesta, según Zarzuela, porque no eran actos a los cuales tuvieran que ir los eméritos, argumentos que "no convencieron a Juan Carlos" según el mencionado medio. Pero la cosa quiere que cambie en el 2025. ¿Cuándo? Solo empezar el próximo año. Ahora Leonor empezará su formación en la Marina en la escuela naval de Marín, en Pontevedra, y después de hacer de guardamarina, tendría que subir al buque escuela Juan Sebastián de Elcano para estar seis meses en el agua como parte de su formación.
Motivo que él quiere aprovechar para pedir que finalmente le dejen compartir un momento con la nieta. A Juan Carlos, que le gusta mucho navegar, le encantaría estar presente a principios de enero por una fecha señalada, y más, en su querida Galicia. Según el entorno del Borbón, le haría mucha ilusión presenciar el momento en que la niña embarque en el barco y lo quiere pedir a casa real: “Va a meditarlo según se acerque el momento. Es muy pronto para saberlo, pero el emérito no pierde la ilusión de que en algún momento pueda suceder ese encuentro en público con la princesa”... Y Letizia y Felipe, indignados, y hartos de la insistencia del yayo. Veremos dentro de medio año si ceden o no.